España incauta más de 60.000 kilos de cocaína superando todos los registros históricos en 2023

España en general y las Rías Baixas gallegas en particular regresan al centro del escenario a la hora de recibir el polvo blanco colombiano, superando a Holanda y Bélgica / El laboratorio de Cerdedo-Cotobade, la sucesión de pesqueros del Balkan Cartel, el narcosubmarino de la ría de Arousa y los contenedores de Vigo y Algeciras, los grandes hitos
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La cocaína se vende a mitad de precio entre los grandes cárteles que tienen sus oficinas en España. En Galicia se han ‘colocado’ partidas a 16.000 euros el kilo, algo nunca visto. Los consumidores se multiplican en toda Europa y los productores trabajan 24/7 para servir cargamentos de forma constante. Los grandes laboratorios han llegado a Europa. En la Península Ibérica ya se localiza uno cada mes, signo inequívoco de la presencia de muchos más. Los narcosubmarinos ya son bien conocidos por su eficacia.

Cocaína y pasta incautadas en Pontevedra / Narcodiario

Los contenedores marítimos, con escondites casi indetectables para los escáneres tradicionales, se reparten de forma casi equilibrada entre Valencia, Algeciras y Galicia. Los veleros y los pesqueros, a través de la ruta del Atlántico, se utilizan más que nunca, con el Balkan Cartel en alianza con traficantes locales y la ‘Ndrangheta italiana como puntas de lanza. Los datos, aún por cerrar de forma oficial, supondrán un récord histórico de incautaciones. Solo el Cuerpo Nacional de Policía ya había superado los 60.000 kilos incautados (datos recogidos a principios de diciembre), a los que se deben sumar las intervenciones en las que la Guardia Civil o Vigilancia Aduanera operaron por su cuenta. En 2023 se batieron por un amplio margen todos los registros anteriores, incluso los de los últimos años de la década de 1990 y de los 2000, cuando se rozaban las 40 toneladas anuales.

Se recordarán, además, cuatro grandes hitos: la incautación de un nuevo narcosubmarino, el de la ría de Arousa, completamente vacío, que logró descargar de forma clandestina un alijo de al menos 5.000 kilos de droga colombiana; el hallazgo del mayor laboratorio de cocaína de Europa en Cerdedo-Cotobade, que además fabricaba la droga a partir de pasta base, exactamente igual que en las selvas de Latinioamérica; el decomiso del mayor alijo de cocaína de todos los tiempos en España, los 9.500 kilos del puerto de Algeciras, y la aprehensión del cargamento más importante de esa misma droga desde que existen registros en Galicia, los 7.500 kilos que tocaron tierra a través del puerto de Vigo a principios de diciembre y que acabaron siendo intervenidos en Cambre.

“La cantidad aprehendida durante el año que termina es muy superior a la de la ‘época dorada’ del narcotráfico en Galicia”

Las causas de esta explosión de alijos son múltiples. La primera, la creciente demanda del consumo en Europa. España en general y Galicia en particular están en una situación geográfica perfecta para mantenerse como la gran puerta de entrada de una sustancia que, además, se produce con más fuerza que nunca en Colombia, y en menor medida en Perú y en Bolivia.

Las restricciones a la fumigación aérea de las plantaciones han provocado un incremento de los cultivos. A ello se añade el incremento de grupos criminales que luchan por el control de los laboratorios, tanto en las zonas fronterizas con Ecuador, segunda gran lanzadera a nivel mundial, como en los enclaves bien comunicados con las salidas al mar Caribe y a los límites territoriales de Colombia con Brasil y Venezuela, rutas tradicionales antes de la partida de los cargamentos hacia el Atlántico. La presumible connivencia de autoridades venezolanas (así lo asegura la DEA) con el narcotráfico y la bestial corrupción existente en Ecuador, donde la cúpula del poder judicial y el exdirector Antinarcóticos, entrevistado recientemente por este periódico, acaban de ser detenidos, son factores que sin duda favorecen la partida de la cocaína desde los lugares de origen. A ello se añade la irrupción en Europa del Balkan Cartel como la principal organización compradora de los grandes alijos, que, en alianza directa con la ‘Ndrangheta de Italia, se apoya en narcotransportistas como los gallegos para la introducción de la droga en tierra.

 

El Cártel de Los Balcanes tiene presencia estable en Lationamérica, en especial en el entorno del puerto de Guayaquil, en Ecuador, y también en los distintos puntos de destino, con especial interés en Galicia ya no solo por sus puertos (Vigo y Marín, ambos en Pontevedra) sino también por ser punto de contacto para la llegada de droga en veleros, pesqueros, mercantes o narcosubmarinos.

“Las lanchas rápidas, los veleros y los pesqueros siguen muy presentes en el año del descubrimiento de las rutas en contenedores”

De todos los hitos de 2023, dejando de lado la aparición del semisumergible ‘Poseidón’ que, para los expertos, no fue más que una demostración de fuerza por parte de los clanes gallegos, destacó sobremanera el laboratorio de Cerdedo-Cotobade. Cárteles mexicanos mostraron por primera vez su rostro en la provincia y en el país ibérico, apoyados por históricos colombianos y relacionados directamente con una red de traficantes de las Islas Canarias, otro enclave cada vez más relevante en el tráfico internacional de drogas.

La estructura, la mayor de las de su clase en toda Europa, tenía capacidad para producir 200 kilos de cocaína al día, todo ello a partir de la pasta base que se recibía por toneladas a través del puerto de Leixoes (Portugal) y que se almacenaba en una nave de Mourente -la parroquia pontevedresa dio nombre a la operación- antes de su traslado a Cotobade (Pontevedra). Menos inversión y más beneficio a través de la venta de una droga aún más pura de la que se fabrica en Colombia gracias a la mayor calidad de los productos químicos utilizados aquí, adquiridos por canales lícitos a través de terceras personas.

Tras ese operativo, desarrollado también por la Udyco Central, destacaron los numerosísimos alijos en el Atlántico, en el entorno de Canarias, Cabo Verde e incluso más al Sur, muchos de ellos con gallegos como protagonistas. La Guardia Civil y Vigilancia Aduanera estuvieron presentes en varios de esos despliegues. Los últimos, coordinados en España por la Policía, los 5.100 kilos en una narcolancha con dos morracenses y un vilagarciano a bordo, y los 690 vinculados a un lanchero de Sito Miñanco y a un conocido traficante de hachís, también gallego.

Por último, el contenedor. 2023 ha sido el año en el que la Policía descubrió la ruta más poderosa de cuantas operaban en Galicia y en el resto de España, la que unía Guayaquil con la Península Ibérica, con los dos grandes alijos ya mencionados aquí.

Veleros, lanchas y portacontenedores

Las organizaciones dedicadas al tráfico internacional de cocaína entre América Latina y Galicia apuestan por los modus operandi más tradicionales que llevan años aportándoles enormes ventajas. Así, el medio de transporte más utilizado es el velero, que consigue pasar inadvertido entre otras tantas embarcaciones de recreo que surcan el Atlántico y que llegan a España sin infundir sospechas, bien atracando en alguno de los incontables puertos deportivos, bien aproximándose a una zona costera y entregando la mercancía a las lanchas rápidas de los grupos de narcotransportistas que operan en Galicia y en Portugal. Precisamente esas lanchas rápidas mantienen su capacidad operativa. Son difíciles de detectar y más aún de perseguir. Se fabrican en astilleros cercanos al río Miño y tienen una gran capacidad de carga. Acuden a puntos establecidos de altamar, al encuentro de los citados veleros, pero también de pesqueros o incluso de mercantes, reciben los fardos de cocaína y regresan a tierra sin dejar rastro, normalmente en la impunidad de la noche. Otro esquema que se ha vuelto a manifestar en 2023 es la llegada directa de pesqueros a puerto simulando actividades legales y cargados de cocaína.

Narcolancha intervenida / Narcodiario

 

Sin embargo, si por algo destacaron los últimos meses es por el descubrimiento de grandes rutas de portacontenedores que llegan a los puertos de la provincia con alijos. Los primeros indicios, con cargamentos de entre 20 y 50 kilos, ya tenían al Balkan Cartel como protagonista. Esa organización y, en concreto, la Mafia Albanesa, una de sus principales ramas, está detrás del ocultamiento de los grandes alijos, como el decomisado en Cambre, con origen habitual en Ecuador y destino en los puertos del Atlántico.

Para ocultar estos grandes cargamentos, que como se ha visto pueden llegar a las ocho toneladas en un solo envío, suelen emplearse las bananas, el producto de importación estrella, ya no solo en Ecuador, sino también en Colombia. Sin embargo, la última operación ha desvelado la importancia del empleo del pescado congelado como disfraz. La densidad del mismo complica la actuación de los escáner en España, por lo que hasta ahora era un método muy efi caz para los narcos.

El narcosubmarino de Arousa / J.L. Oubiña-Diario de Pontevedra

Por último, no se pueden olvidar a los mediáticos semisumergibles, que siguen cruzando el Atlántico un par de veces al año como mínimo. Navegando entre dos aguas, indetectables para el radar al confundirse con un animal marino o un ave, llegan al alcance de las mismas lanchas rápidas, esas que recogen el polvo blanco sudamericano en altamar y que se combinan con el resto de embarcaciones para hacer el final del trabajo.

Menos vigilancia y más corrupción

Los tres cuerpos policiales que protegen las costas españolas de las actividades de narcotráfico han fijado su mirada miles de kilómetros al Sur, en la costa occidental africana. En los últimos años, los narcotraficantes sudamericanos se han establecido en distintos países de la región, llegando incluso al Golfo de Guinea. Lo han hecho conscientes de las facilidades para corromper a las autoridades en según qué países, lo que les permite disponer de una flota naval capaz de recoger la cocaína en altamar e introducirla en tierra. Los almacenes africanos envían alijos hacia Europa por distintas vías, siendo la marítima la más eficaz por el hecho de saltarse todas las fronteras de una tacada.

El Centro de Análisis Marítimo de Narcotráfico (MAOCN) con sede en Lisboa, la Administración para el Control de Drogas DEA, por sus siglas en inglés, y la Agencia Nacional contra el Crimen NCA, por sus siglas en inglés, de Estados Unidos y Reino Unido, respectivamente, operan de forma conjunta con las autoridades españolas para detectar ese trasiego de embarcaciones que acaban por llevar la sustancia hacia el Norte. El caso más reciente, la narcolancha gallega intervenida cerca de Cabo Verde, podría tomarse como ejemplo: las autoridades relacionan a los investigados con el clan de Ismael Cores, en su día dirigido por Juan Carlos Santórum, con una gran infraestructura capaz de trazar una ruta directa desde el Golfo de Guinea hasta el Sur de España abasteciendo de combustible y víveres a planeadoras como la que resultó intervenida. Una vez cerca de la Península podrían descargar en Huelva o en Portugal y desde allí, ya por carretera, trasladar la droga a manos de sus auténticos propietarios.

El alijo del puerto de Vigo / Narcodiario
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