Detienen a tres narcos gallegos en una ‘goma’ con cinco toneladas de cocaína al Sur de Cabo Verde

La narcolancha, del tipo de las que se emplean en el Estrecho de Gibraltar para transportar hachís, fue trasladada a Cabo Verde junto a los detenidos / Nunca antes se habían visto estas embarcaciones en aguas tan al Sur / Los sospechosos, todos ellos de la provincia de Pontevedra, habían recogido el alijo de una nodriza procedente de Sudamérica
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Las autoridades francesas, en coordinación con las españolas y al amparo de una investigación conjunta, desarrollaron en los últimos días, bajo la dirección de la Prefectura Marítima del Atlántico y del fiscal de Brest, una operación contra el tráfico de cocaína que alcanza una dimensión histórica. Una patrullera de altamar se incautó de más de cinco toneladas de cocaína en una narcolancha de cuatro motores cuyo origen se sitúa en el Noroeste de España y que se encontraba en aguas del Golfo de Guinea. Al frente de la misma se hallaban tres ciudadanos de la provincia de Pontevedra, entre ellos el histórico Álvaro Castro Santos, vinculado desde hace dos décadas en el tráfico de cocaína, tanto en embarcaciones como en portacontenedores, introduciendo la sustancia ilícita entre bananas a través del puerto de Marín.

La lancha intervenida / Marina de Francia

La OFAST de la Police Nationale y la DNRED de la Douane de Francia habían solicitado la intervención de la Armada, a la luz de la información transmitida por sus socios del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas (MAOC-N), de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) y, de forma especial, por las investigaciones que manejaba la Udyco Central de la Policía española en coordinación con la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional. No en vano, fue la Brigada Central de Estupefacientes la que se hizo cargo del operativo. Los arrestados son el citado Castro Santos, de Bueu, además de un vecino de Marín y un tercero que declaró ser natural de Vilagarcía pero que falseó su identidad, que está siendo verificada en estos momentos por las autoridades. El cuarto es originario de Toledo.

El abordaje / Marina de Francia

Todos ellos se encontraban en aguas próximas al archipiélago de Cabo Verde a bordo de una narcolancha con cuatro motores de 300 caballos de potencia cada uno, capaz de alcanzar velocidades elevadísimas. La embarcación, cuyo origen se sitúa entre las Rías Baixas gallegas y el Norte de Portugal, es del mismo tipo de las que se localizan de forma rutinaria en el Estrecho de Gibraltar para el tráfico de hachís. Nunca antes se había visto tan al Sur, y se piensa que los narcotraficantes gallegos ya han establecido bases fijas en esa zona de las costas africanas para recepcionar la cocaína que llega en barcos desde América Latina. En este caso, la droga fue recogida en altamar desde una de esas lanchas y los gallegos pensaban acercarla a tierra para su posterior desplazamiento hasta Europa, pues la ‘goma’ no tiene autonomía como para recorrer tales distancias sin repostar.

Una segunda línea de investigación apunta a la posibilidad de que la sustancia estupefaciente fuese trasladada directamente hacia la Península Ibérica desde esa posición. Para ello es preciso el apoyo de varias embarcaciones más para el repostaje en altamar, una tarea en la que están especializados traficantes del Sur que mantienen fuertes alianzas con los gallegos, como contó este periódico recientemente.

La lancha, desde el aire / Marina Francesa

Apoyado por un dron embarcado de vigilancia marítima SMDM (sistema de minidrones aéreos embarcados para la Armada), el equipo de la patrullera de la Armada Nacional de Francia intervino a primera hora de la tarde del miércoles 6 de diciembre de 2023 la embarcación semirrígida que había recogido el cargamento desde la nodriza procedente de América del Sur. Los cuatro tripulantes fueron capturados de forma flagrante. En ese momento se iniciaron las gestiones por parte de la Fiscalía Antidroga, con Rosa Morán a la cabeza, que sirvieron para el traslado de los detenidos hasta Cabo Verde y su ingreso en prisión, a la espera de dar cumplimiento a la solicitud de extradición que ya a cursado España. El día 9 ya estaban en la cárcel del archipiélago africano.

La operación, llevada a cabo en el Golfo de Guinea, frente a las costas de África, se inició sobre la base del artículo 110 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Montego Bay) y concluyó con el descubrimiento de las estupefacientes. En total, y tras el pesaje, se aprehendieron 5.132 kilos de cocaína con un valor de mercado en Francia estimado en más de 330 millones de euros, que fueron incautados a bordo del barco y luego transbordados a la patrullera para ser destruidos.

Los instrumentos de cooperación judicial internacional puestos en marcha inmediatamente por la Fiscalía de Brest permitieron la remisión a Madrid de lo actuado. Eso permite que los tripulantes queden detenidos e ingresen en prisión, pues la legislación francesa habría dictaminado otra cosa: según su articulado, cuando se realizan arrestos en aguas fuera de su jurisdicción, se incauta la droga y los sospechosos se quedan en libertad. España, sin embargo, consiguió que permanezcan en prisión hasta su extradición.

La perfecta cooperación entre los actores nacionales e internacionales en la lucha contra las drogas permitió obtener este resultado excepcional que despoja de beneficio a las organizaciones criminales más importantes de Europa, destinatarias finales de la mercancía.

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