El Servicio Nacional Aeronaval de Panamá (Senan) en coordinación con la Procuraduría General de la Nación (PGN), todo ello en el marco de la operación Apolo, consiguió impedir la salida de un contenedor con 5.000 kilos de cocaína destinado al mercado europeo desde la terminal portuaria de Colón, en la zona del Caribe panameño.
La salida de droga desde Panamá hacia otros países, principalmente Europa, se produce casi siempre en grandes portacontenedores que, en muchas ocasiones, se contaminan con la mercancía ilícita en el propio país, al que llega en lanchas rápidas procedentes de Colombia todos los días del año. La droga tendría un valor en los mercados europeos de unos 150 millones de euros, en su venta a gran escala, un importe que sería muy superior tras su reparto en pequeñas cantidades a los consumidores finales.