Agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Palencia, en Castilla y León (España) investigan al conductor de un turismo de gama alta que se grabó a sí mismo mientras aceleraba su vehículo hasta alcanzar una velocidad máxima aproximada de 230 kilómetros por hora.

El Instituto Armado llegó al sospechoso tras un rastreo por las redes sociales en las que aparecían las imágenes.
