El pasado jueves, la Policía Federal y el Servicio de Impuestos Internos (Receita Federal) de Brasil realizaron una acción conjunta, que culminó con la incautación de más de 1,5 toneladas de cocaína.
En una de las ocurrencias, la droga había sido escondida en un cargamento legal de maní. El buque en el que se inspeccionó el contenedor tenía como destino final el Puerto de Róterdam, en los Países Bajos.
En el otro, el narcótico había sido escondido entre la carga de azúcar. En este caso, el buque en el que se encontraba el contenedor tenía como destino final el Puerto de Beirut, en el Líbano, con escala en el país de Marruecos, en el puerto de Tánger, donde, con toda probabilidad, se pensaba descargar la sustancia.
Los contenedores fueron seleccionados por el Área de Gestión de Riesgos de la Receita Federal, con un análisis de operaciones de exportación, de acuerdo a su poder aduanero en puerto. Con el hallazgo del estupefaciente, la Policía Federal fue llamada a las diligencias de policía judicial para ampliar las investigaciones.