Los Linces, la unidad contra el menudeo de drogas en Pontevedra

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“El GPD tiene que seguir trabajando contra el menudeo de drogas porque hay muchos puntos. Hay mucha gente que se dedica a esa actividad y va cambiando sus métodos, por lo que tenemos que adaptarnos a ellos”. ‘Los Linces’, el Grupo de Prevención de la Delincuencia de de Pontevedra, se han convertido en la referencia de la Policía Nacional en la lucha contra el tráfico de drogas al menudeo en la ciudad del Noroeste de España, lugar en el que abundan toda clase de sustancias por hallarse en el corazón de Galicia, de cara al océano Atlántico e histórica puerta de entrada de la cocaína desde Sudamérica hacia Europa. 

Los Linces, en la Comisaría / J. Cervera-Diario de Pontevedra

Miguel, Carlos, Raúl, David, José y Manuel componen la unidad más versátil de la Comisaría Provincial, nacida del antiguo grupo ‘K’ de noche (especializado en servicios nocturnos) y reconvertido en un equipo con capacidad para operar las 24 horas del día y a demanda, en función de las necesidades delincuenciales.

Jorge, inspector y jefe de ‘Los Linces’, explica que “cuando llegué me encontré que el grupo estaba creado y que funcionaba perfectamente, por lo que lo único que hice fue mantener esa línea”. Carlos, uno de los policías, señala que “las necesidades de la delincuencia nos obligaron a empezar a operar ya no solo por la noche, sino también en horarios de mañana y de tarde. Ahí comenzamos a asumir otras funciones, como la prevención de hurtos, a partir de 2018″.

Al poco tiempo llegó la pandemia, y tras ella, un nuevo cambio de timón en el GPD de la Comisaría. “Una vez que pasó el estado de alarma percibimos un aumento del trapicheo en la calle. También influyó incidente que se produjo en el poblado chabolista de O Vao con la Guardia Civil la y Policía Local. Los líderes gitanos declararon que dejarían de vender. Ofrecieron una imagen de cambio y allí no se percibían apenas movimientos, pero la actividad de tráfico de drogas no dejó de existir”.

En un primer momento, explican ‘Los Linces’, lo que ocurrió fue que “personas del poblado delegaron en drogodependientes de su confianza para que ellos le realizasen las ventas a cambio de sus dosis. Había cinco, seis o siete personas que se dedicaban a eso solo en la ciudad de Pontevedra, muchas veces en casas okupa en las que se refugiaban. Ahí comenzamos a trabajar el menudeo. La realidad delincuencial de la calle nos empujó a atacarlo”.

El menudeo de drogas procede de diferentes lugares. “O Vao sigue siendo un activo, pero empezaron a delegar y les salió mal, ellos mismos intentaron vender en otros puntos y también les salió mal”, explican ‘Los Linces’, que aclaran que los puntos de venta de marihuana y hachís están repartidos por toda la ciudad, mientras que la cocaína y la heroína está en menos manos pero de forma más organizada. “Tenemos muchas investigaciones en curso”, subrayan.

La versatilidad del grupo hace que se adapte a la realidad de cada momento. Su jefe explica que “si hay una oleada de robos con fuerza en establecimientos comerciales en horario nocturno, tiendas de ropa o bares, este grupo se dedica a eso. Entonces, si venía trabajando dos noches a la semana, de repente cambia y trabaja seis noches a la semana, porque es el horario en el que se producen los hechos a investigar. Pueden ser tanto robos de ese tipo como menudeo de drogas, o si en las zonas de ocio se detectase un repunte de peleas… El grupo, por iniciativa suya, de los seis policías que lo integran, se adapta a los servicios que van surgiendo, bien directamente, bien porque los jefes marcan esa estrategia”.

En cuanto al incremento de los índices de criminalidad durante el inicio de 2022, el inspector de Los Linces dice que “está marcado por la vuelta a la normalidad. Por la noche la gente sale más, los delincuentes se ven más libres y más camuflados, y existen repuntes en varias modalidades. También hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones los robos que elevan las estadísticas están cometidos por la misma persona. En uno de los últimos casos, una persona detenida varias veces quedó en libertad en numerosas ocasiones, hasta que finalmente entró en prisión y se acabó esa oleada”.

Sobre el momento actual, Carlos señala que “está bastante controlado, y hay que decir que el cese del mercado de la droga en O Vao también influyó. El poblado permitía a los delincuentes colocar los objetos robados, y ahora tienen que colocarlos en tiendas de compraventa en las que dejan una marca. Eso hace que se expongan y que no lo hagan. Eso provocó un descenso de la delincuencia en la ciudad”. Descendieron los robos y los hurtos “porque antes, por ejemplo, alguien robaba un vaquero y ya lo colocaba en el Vao. Eso dejó de existir, se produjo un bajón en ese tipo de delitos”.

Centros escolares. El Plan Director es la herramienta principal para intentar evitar el consumo y la venta de drogas en el entorno de centros escolares. “Se realizan patrullas de uniforme y de paisano (Los Linces solo operan de paisano), en especial durante los recreos, para prevenir el absentismo escolar y el consumo de sustancias, o conflictos que pueda haber entre el alumnado. Sabemos que algunos de esos alumnos se pueden dedicar al tráfico de drogas”, explica Jorge.

Sobre ello, Carlos explica que “manejamos informaciones de que diferentes alumnos se reúnen a consumir en un sitio concreto, entonces desarrollamos un operativo de vigilancia y comprobamos si hay alguien que se está dedicando a la venta. Recientemente detectamos un punto de consumo de sustancias estupefacientes en la zona de A Xunqueira, en los alrededores del auditorio. Iniciamos una vigilancia y ese mismo día procedimos a la detención de un chaval de 18 años, alumno de uno de los institutos. Llevaba consigo todos los útiles para la venta, cortaba allí mismo, a demanda, y allí mismo consumían. Tenía báscula de precisión, cuchillo y bolsitas de preparación, todo el kit. Sabemos que hay más jóvenes que se dedican a lo mismo en el entorno de otros centros escolares, seguiremos muy pendientes de ello para evitarlo”.

En cuanto a los métodos de actuación de las personas que se dedican al menudeo en la ciudad, los policías señalan que “van modificando mucho el modus operandi, obligados por la acción policial. Lo típico hace algún tiempo eran los narcopisos a los que acudían los consumidores, pero eso llamaba mucho la atención, se han hecho muchas detenciones. En nuestra experiencia, hemos visto que ahora se encuentran en puntos concretos. Los vendedores acuden con la cantidad justa y realizan la transacción para evitar que se les pueda capturar con mucha cantidad”. Los Linces, en todo caso, continúan al acecho.

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