La detención por parte de la Brigada Central de Estupefacientes del narcotraficante alias Don Carlos es un duro golpe no solo para el tráfico de cocaína entre Sudamérica y Europa, sino también para el lavado de dinero procedente del ilícito negocio. La Policía Nacional le señala como un capo de alto nivel y asegura que, en su momento, llegó a residir en una de las viviendas que tenía Don Gilberto Rodríguez Orejuela, jefe del Cártel de Cali, en Madrid.
La detención de Don Carlos sirvió para desarticular un relevante entramado que introducía cocaína en Europa a través de España por distintas vías que incluía el lavado de los beneficios para continuar con el negocio.