Una operación de varios meses de duración sirvió al Cuerpo Nacional de Policía de España para capturar a Florentino Carlos Fernández García, alias Don Carlos, un histórico narcotraficante con pasado en Colombia y Venezuela y afincado en el Sur del país y relacionado con la cúpula mundial de la distribución de cocaína desde tiempos de los cárteles de Cali y de Medellín. Fue la Operación Hórreo.
El arresto se produjo en Marbella tras una transacción de 60 kilos de polvo blanco sudamericano que iba a ser transportada desde Sevilla hacia la Costa del Sol. Junto a Don Carlos, que había establecido una nueva ruta de la cocaína que llegaba a Europa oculta entre flores (así alcanzó España el alijo incautado), fueron arrestados dos de sus colaboradores más cercanos como supuestos miembros de su red criminal.
Además, la Brigada Central de Estupefacientes, responsable del operativo, incautó 200.000 euros en efectivo, un revólver con su munición y procedió al bloqueo de varias cuentas bancarias relacionadas con el histórico capo colombiano.
F.C.F.G., apodado Don Carlos, es una persona conocida por la Policía Nacional desde 1993, cuando se tuvieron los primeros indicios de sus contactos con significativos exponentes del narcotráfico de Europa y de Sudamérica. Posteriormente fue condenado por la Audiencia Provincial a 24 años de prisión, acusado de liderar una organización que, entre otros delitos, secuestró a dos mujeres por una deuda pendiente derivada del narcotráfico.
Don Carlos está catalogado como un poderoso narcotraficante de origen español que residió muchos años en Colombia y Venezuela y que puso en marcha una gigantesca red de lavado de dinero. Sus relaciones en Sudamérica eran muy de alto nivel al rodearse de los principales narcos de esa época y prestar sus servicios al cartel de Medellín, incluso llegó a fijar su residencia en el domicilio madrileño de Gilberto Rodríguez Orejuela, jefe del Cartel del Cali.
