Los agentes de la Aduana de Bélgica han incautado en el aeropuerto de Bruselas una partida de ketamina perfectamente escondida en el interior de un envío de sal inglesa, también conocida como Sal de Epsom, muy valorada por sus propiedades para el organismo.
Los aduaneros detectaron la droga mediante los sofisticados sistemas de los que disponen en el recinto aeroportuario de Bruselas. El destino del envío era una dirección concreta de California, en Estados Unidos, por lo que continuarán las pesquisas para depurar responsabilidades. La sustancia ha sido ya destruida.