Agentes del Customs and Borders Protection (CBP) de Estados Unidos realizaron una gran incautación de cocaína que una organización procedente de México pretendía introducir en el país a través del paso fronterizo Nogales, en Arizona, oculta en un cargamento legal de pepinos.
La droga, perfectamente empaquetada entre la fruta y dentro de los palés, alcanza el peso de 615 libras, unos 280 kilos, y fue decomisada para su destrucción.
Los puestos fronterizos entre México y Estados Unidos reciben centenares de intentos de contrabando de toda clase de sustancias cada día, lo que obliga a la CBP a tener los ojos muy abiertos.