El Tribunal Supremo se ha mostrado inflexible ante la presencia de un sargento de la Guardia Civil que operaba en la provincia de Málaga, en la Costa del Sol, y que, al mismo tiempo, cooperaba con las redes del narcotráfico internacional afincadas en esa zona del Sur de España y de Europa. Los jueces decretaron, además de otras penas, su expulsión del cuerpo de la Guardia Civil, una medida que solo se toma en los casos más graves en la citada institución.
La condena inicial que se le impuso al funcionario fue un año y seis meses de cárcel por realizar labores de contravigilancia para los narcotraficantes que transportaban una tonelada de hachís desde Marruecos a España. Posteriormente el Ministerio de Defensa decretó su expulsión de la Guardia Civil. Ante eso, el agente recurrió el dictamen ante el Tribunal Supremo, que ahora se muestra inflexible ante una conducta corrupta tan deplorable.