Una docena de sobres con un total de 609.000 euros en efectivo han sido hallados por agentes de la Aduana de Bélgica en el aeropuerto de Bruselas. Su propietario, un joven de 24 años, llevaba el dinero a Estambul. Declaró que no era suyo cuando fue descubierto. El dinero fue incautado de inmediato y el individuo puesto a disposición de las autoridades competentes para su comparecencia por lo sucedido.
Las rutas de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico entre Bélgica y Holanda con Turquía y en avión son muy típicas. Y no solo con Turquía. Cierto es que en el país que sirve de puerta a Asia se asientan las principales mafias del tráfico de heroína a nivel europeo (allí y en Holanda) y que emplean el Gran Bazar de Estambul como lavadora de capital ilícito. Pero no menos cierto es que los vuelos regulares y comerciales son un espacio muy empleado por toda clase de mafias para transportar dinero y sustancias estupefacientes en las maletas. Una vez que el ilícito alcanza el espacio Shengen, los controles son muy livianos, normalmente aleatorios. Y si no hay información de por medio, es muy fácil que el comercio ilegal siga su curso sin complicaciones.