Un vídeo grabado desde una de las narcolanchas pone en duda que los detenidos sean los asesinos de los guardias en Barbate

La embarcación que sería intervenida a los ahora detenidos tiene dos antenas, una para el GPS y otra para la generación de Internet Local, y esas características coinciden con la que se ve en las imágenes, muy alejada del punto de la embestida a los agentes
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Alias Kiko El Cabra y el resto de personas que fueron detenidas y que permanecen en prisión al día siguiente del brutal crimen de Barbate estarían alejados del lugar de la embestida en el momento en el que se produjo. Eso es lo que parece observarse en el vídeo exclusivo al que ha tenido acceso Narcodiario, en el que se ve la narcolancha que posteriormente sería intervenida a los sospechosos, con dos antenas en la parte posterior (elemento muy identificativo, pues las embarcaciones de este tipo solo llevan una), navegando en una zona alejada de la zodiac de los agentes cuando otra semirrígida realiza el hostigamiento y la embestida definitiva. Una de las antenas sería la que montan todas las lanchas de su clase, para el GPS, y la otra la utilizaría para generar una red de Internet Local, algo muy poco común pero que dominan algunos delincuentes.

El vídeo, grabado desde otra de las narcolanchas presentes en el muelle de Barbate la noche de lo sucedido, también muestra la gran dificultad para la identificación de cualquiera de los protagonistas en ese momento, pues todos ellos van con capuchas y trajes especiales para repeler el agua, están mojados y la iluminación es escasa o nula. Varios testigos explicaron a Narcodiario que 24 horas antes de lo ocurrido entraron cuatro ‘gomas’ negras de tres motores (la de los detenidos tiene cuatro) en Barbate para refugiarse del temporal, y que una de ellas habría sido la que causó la colisión.

Lo cierto es que los arrestados negaron su participación en el homicidio de los dos agentes cuando fueron interrogados por ello, pese a lo cual ingresaron en prisión de forma preventiva por orden judicial, por lo que la Guardia Civil maneja una línea investigativa que apunta a su autoría. En concreto, se basan, entre otras cosas, en la aparición de pintura blanca que coincidiría con la de la zodiac de los fallecidos bajo el casco, si bien habría que acreditar la coincidencia mediante pruebas periciales.

En el caso de que se confirmase esta nueva hipótesis, los auténticos autores del brutal crimen estarían libres, lo que obligaría a las autoridades a reanudar las pesquisas de forma inminente para que lo ocurrido no quede impune. En concreto, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cádiz, responsable de las pesquisas, tiene ante sí un trabajo complicado, si bien sus integrantes tienen experiencia suficiente como para llevarla a buen puerto.

La lancha de Kiko El Cabra, con sus cuatro motores y dos antenas / Cedida

Otro elemento que podría añadir más incógnitas al caso es la aparición de dos embarcaciones quemadas en el entorno del río Guadalquivir después de lo sucedido, aunque se trata de un hecho no acreditado y que se enmarca dentro de las informaciones vertidas por lugareños en los momentos posteriores a lo sucedido.

La lancha de El Cabra aquella noche / Narcodiario
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