El jueves 14 de marzo de 2024, bajo la dirección del prefecto marítimo del Atlántico y del fiscal de Brest (Francia), un buque de la Armada Nacional llevó a cabo la incautación de 10.693 kilos de cocaína en un barco pesquero en el Golfo de Guinea, frente a costas de África Occidental, en el mayor alijo de esta droga de todos los tiempos incautado en altamar.
La Oficina Antinarcóticos (OFAST) y la Dirección Nacional de Inteligencia e Investigaciones Aduaneras (DNRED) de la Policía y la Aduana francesa, respectivamente, habían solicitado la intervención de la Armada francesa a la luz de la información transmitida por sus socios del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas de Narcotráfico (MAOC -N) y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), a partir de una investigación realizada con la policía federal brasileña. El decomiso está superando el récord anterior de 9,5 toneladas incautadas en el buque de carga general Eser, allá por 2019.
El equipo de asalto de la Armada Nacional intervino en la madrugada del 14 de marzo de 2024, abordando un pesquero de unos veinte metros de eslora, con bandera brasileña. La operación, llevada a cabo en el Golfo de Guinea, frente a las costas de África, se inició con el acuerdo del Estado del pabellón, en aplicación del artículo 17 de la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas.
En total, a bordo del pesquero se incautaron 10.693 kilos de cocaína, con un valor de mercado estimado en cerca de 695 millones de euros, que luego fueron transbordados al barco para ser destruidos allí, conforme a la decisión de desvinculación adoptada por la autoridad pública de Brest.
La perfecta cooperación entre los actores nacionales e internacionales en la lucha contra las drogas permitió obtener este resultado excepcional e ilustra la eficacia de la acción del Estado francés en el mar en el contexto de la protección de las fronteras exteriores y la lucha contra el crimen organizado.
La Armada francesa despliega casi permanentemente uno o dos buques franceses apoyados por un avión de patrulla marítima en el Golfo de Guinea en el marco de la Operación Corymbe. Complementa así el sistema francés en África Occidental participando en el aspecto marítimo de la cooperación operativa. Gracias a su presencia en la zona, Francia participa en el desarrollo de la arquitectura de seguridad marítima resultante del proceso de Yaundé. Además, este despliegue encaja con el concepto de presencia marítima coordinada apoyada por la Unión Europea.
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