La Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) de la Policía Nacional de Colombia, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, la Fuerza Aérea y el Ejército colombianos, ejecutó en una zona rural de Norte de Santander una nueva operación contra el tráfico de drogas a gran escala.
En el mismo se halló una infraestructura que llevaba mucho tiempo en funcionamiento, además de unos 220 kilos de cocaína ya preparada para ser enviada a los puntos de salida marítima hacia los distintos escenarios internacionales.
Con todos los indicios recopilados, las autoridades actuantes procedieron a la destrucción controlada del complejo narcocriminal para evitar que pudiese ser reutilizado por las mafias en un futuro.