“No hay éxito si no llegas a la cabeza de la serpiente, que está en otro país”. Macarena Arroyo Marín es fiscal Antidroga en el Campo de Gibraltar, el extremo Sur de España y de Europa, desde hace años. Conoce como pocas la idiosincrasia de una región que cuenta con puntos como La Línea de la Concepción en los que “el narcotráfico se ha normalizado”. A solo 14 kilómetros de Marruecos, con el Peñón de Gibraltar de soberanía británica a unos pasos y el puerto de Algeciras, uno de los preferidos por los narcos, esta zona de la provincia de Cádiz se ha convertido en centro neurálgico de gran parte del crimen organizado de España.
Hace escasas de fechas la Policía Nacional incautó 9.500 kilos de cocaína en el puerto de Algeciras, el mayor alijo de todos los tiempos en España. ¿Cómo lo valora?
Vamos a ser realistas. Si entra esa cantidad de cocaína en un puerto es porque hay corrupción en el puerto. Una organización que envía nueve toneladas de cocaína no se arriesga a perderlas durante un control, una vigilancia o un posicionamiento. El problema está en la corrupción, que se encuentra, efectivamente, en los puertos. Tienen unas rutas establecidas y tienen capacidad para modificarlas y dirigirse a otros puertos, tienen capacidades logísticas. En ese caso el contenedor estaba en tránsito, iba hacia otro lugar. También disponen de los medios para los desplazamientos posteriores por carretera. Es la logística de una auténtica organización criminal. Pero el problema es la corrupción. Ellos no envían nueve toneladas de cocaína a un puerto si no tienen garantizado y asegurado que van a llegar a su destino.
“Ninguna organización envía esa cantidad si no tiene garantizado que va a llegar a su destino”
¿Son empleados del puerto los implicados?
Eso pensamos. La cocaína en origen la cocaína en piñas, en yuca, en gancho ciego. Ellos abren el contenedor, retiran los precintos y meten la droga en otros contenedores vacíos.
El punto de partida es siempre el mismo, América Latina…
Desarrollan un trabajo fundamental y a diario los compañeros de Sudamérica, pero tienen un gran problema entre manos.
La desencriptación de las aplicaciones Sky-ECC, Encrochat y Anom ha dado grandes resultados en Europa. ¿También en España?
Con la desencriptación de las comunicaciones se ha conseguido conocer cómo trabajan las organizaciones. Se ha llegado a su esqueleto, se ha visto como trabajan, dónde se ubican, cómo se organizan, cómo determinan el traslado de la droga. Gracias a eso se determinó que personas importantes estaban afincadas en Dubái o que se trasladaban allí para realizar inversiones económicas con los beneficios obtenidos del narcotráfico. Hay un procedimiento por un contenedor de cocaína cuyo responsable se encuentra allí. La coincidencia es que muchas personas están en ese lugar.
“Estas personas se trasladan a Dubái para realizar inversiones con los beneficios del narcotráfico”
A este escenario se une la marihuana, cada vez más presente.
El factor de la marihuana es muy rentable para ellos, y los mismos que se dedican al hachís o a la cocaína también, en ocasiones, producen marihuana. Es muy rentable, en apenas tres meses crecen las plantas, hay una enorme producción. Y el problema que se está detectando tiene que ver con el desconocimiento de sus efectos. Es una sustancia que actualmente tiene un THC muy elevado y que con un consumo muy prolongado en el tiempo tiene unos efectos muy perjudiciales a nivel psicológico y psiquiátrico. Se está produciendo un incremento, influido también por la confusión que genera el cáñamo industrial y esa falsa legalización que no es tal. Se observa que las organizaciones que orquestan un traslado de cocaína para el que pueden necesitar un año, aprovechan ese tiempo para producir marihuana.
¿Cómo se organizan los grandes grupos criminales?
Son auténticas cooperativas. Están establecidos en la zona de la Costa del Sol, claramente afincados allí, y tienen una gran capacidad de organización. Si necesitan un proveedor, lo buscan; si necesitan un transportista, lo buscan; tienen una capacidad increíble para conseguir sus objetivos. Desgraciadamente son cárteles que se están constituyendo como sucedió en su momento en Colombia y que ahora están creciendo con fuerza en Europa. La capacidad de los narcos es inmensa. Disponen de embarcaciones, teléfonos encriptados que cuestan al menos 3.000 euros, dispositivos de localización…, tienen medios más potentes que las fuerzas de seguridad del Estado.
“Se están constituyendo en Europa cárteles como sucedió en su momento en Colombia y están creciendo con fuerza”
Hablemos de hachís. ¿Por qué hay tantas personas implicadas?
El narcotráfico se ha normalizado en La Línea de la Concepción. Existen personas que no conocen otro modo de vida. Es imposible luchar cuando a un joven la ofrecen 900 euros por un mes de trabajo y le dan 1.500 por ponerse en la puerta del cuartel de la Guardia Civil y avisar cuando sale la patrulla.
En su momento hubo hechos muy graves, como el rescate de un narco de un hospital. ¿Cómo está la situación ahora mismo?
Han llegado a lanzar cócteles Molotov contra la Comisaría de La Línea e intentar derribar a un helicóptero, se perdió el principio de autoridad, pero con el Plan Meridional de la Policía y el Plan Cartaya de la Guardia Civil la situación mejoró. Nuestras operaciones no bajan de los 500 o 600 kilos de hachís a diario. Es normal que durante una guardia nos encontremos con cinco camiones con 500 kilos de hachís. El narcotráfico está normalizado.
