Efectivos de los Mossos d’Esquadra de la Generalitat de Cataluña siguen con una lucha titánica cada día por hacer frente a las florecientes redes criminales dedicadas al cultivo y al tráfico de marihuana. Así, los agentes intervinieron dos grandes plantaciones en las últimas horas, una en el exterior, en Serinyà, y la segunda en el interior, en Valls.
La plantación de marihuana en Serinyà, al Norte de la provincia de Girona y muy cerca de la frontera entre España y Francia, incluyó el arresto de los cuatro supuestos responsables. Los agentes incautaron 2.400 plantas y 1.000 esquejes que se cultivaban en una zona adaptada en medio del bosque. Los detenidos dormían en el sitio, en una tienda de campaña, aportando seguridad a las instalaciones.
El segundo operativo se desarrolló en la localidad de Valls, en la otra punta de la Comunidad Autónoma, en la provincia de Tarragona.
La investigación cerró con dos detenidos y 1.400 plantas de gran porte decomisadas, así como 59 focos y 50 ventiladores, además de aires acondicionados, filtros, extractores y todo el material preciso para el buen crecimiento de la marihuana.
Uno de los motivos principales para el aumento de las mafias dedicadas a la producción de esta planta es su precio, que se multiplica por cuatro desde lo que se paga en origen en España y su valor en ciertos países de Europa.