Tráfico de cocaína, vuelcos y palizas entre las dos redes narcocriminales de Cerdeña

23 de los detenidos en la operación Cold Spring ya están en prisión / Se les vincula con pases que suman más de 200 kilos de droga / Varios de ellos están implicados en robo de mercancía a la otra organización / Palizas y amenazas de muerte formaban parte del día a día
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Los efectivos de la Polizia di Stato de Italia con competencias en el área de Cagliari realizaron 27 medidas cautelares contra dos asociaciones delictivas destinadas al narcotráfico. Un total de 41 personas fueron investigadas, de las cuales 23 acabaron en prisión y 4 en arresto domiciliario. La investigación, denominada “Cold Spring”, comenzó en abril de 2020. Durante la actividad investigativa fueron detenidos tres mulas con droga y se incautaron 36 kilos de cocaína, de los cuales se documentaron más de 216 kilos.

Los dos grupos de traficantes operaban, uno con base en Silanus (Nuoro), compuesto por 15 sospechosos, y el otro entre Cagliari y Capoterra (Cagliari) compuesto por 14 sospechosos. El primer grupo, que era el que compraba la droga y abastecía al segundo, operaba en varios pueblos de la zona de Marghine.

La droga transportada por correos a bordo de coches de gran cilindrada, tipo ‘gofast’, con cargas de dos kilos a la vez, llegaba a las provincias de Cagliari, Nuoro y Sassari.

Los coches estaban sujetos a un mantenimiento continuo para garantizar siempre la máxima eficiencia y “listo para usar” y estaban equipados con escondites para drogas, las típicas caletas, especialmente efectuados en la carrocería y operados con mecanismos controlados a distancia.

La investigación resultó ser particularmente compleja porque se llevó a cabo principalmente con servicios de seguimiento, observación y videovigilancia en contextos rurales, en el campo y en los rediles donde los sospechosos escondían los paquetes de cocaína o desde donde se distribuía la droga. Además, los sospechosos se comunicaban sobre todo a través de aplicaciones de mensajería instantánea o con teléfonos con conexiones exclusivas de datos y solían “limpiar” entornos y coches en busca de presencia de personas ajenas a la red criminal.

La droga se escondía en el campo, en los matorrales, entre los arbustos o en los muros de piedra seca y de allí salía para ser enviada a lugares siempre diferentes de Cerdeña. Una vez entregada la cocaína, el mensajero recogía el dinero y se lo entregaba a su traficante de referencia.

La reconstrucción de los diversos movimientos de los mensajeros con la cocaína fue posible a través de sondeos GPS y con el uso de cámaras instaladas cerca de las casas de los sospechosos, los escondites utilizados para almacenar los paquetes de cocaína y los lugares de entrega de drogas.

A partir de las interceptaciones, los investigadores también reconstruyeron dos robos, el primero que tuvo lugar en Capoterra (Cagliari) y el segundo en Cagliari. En ambos casos, los autores del crimen fueron sospechosos que robaron drogas y dinero de otros sospechosos.

La investigación se inició con el robo ocurrido en Capoterra, que había sido organizado por un mensajero “infiel” asfixiado por deudas de juego y drogas. El correo, después de entregar el preciado cargamento, había enviado a un cómplice al lugar de la entrega. Este último, con la amenaza de un arma, había obligado a uno de los sospechosos a hacer entregar el bloque de 1,5 kilos de cocaína que acababa de recibir. Luego, el ladrón se dio a la fuga en un automóvil.

Las reiteradas palizas y amenazas de muerte que le habían propinado algunos de los sospechosos para recuperar la cocaína habrían llevado al responsable del alijo a ponerse en contacto con la Polizia di Stato y contar lo sucedido. El cuidador habría sido amenazado tanto por los traficantes del grupo Capoterra, que le habrían confiado la custodia, como por los de Silanus que le habrían vendido la droga.

Dinero y droga incautados / Polizia di Stato

140 agentes de las jefaturas de policía de Cagliari, Nuoro y Sassari, del Departamento de Prevención del Delito de Cerdeña de Abbasanta y de la unidad canina de Abbasanta participaron en la operación “Cold Spring”. Se realizaron 31 allanamientos a los sospechosos y se procedió al embargo preventivo de cinco automóviles, una motocicleta y dos viviendas. La facturación de las dos asociaciones se ha estimado en más de 25 millones de euros.

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