La aduana del aeropuerto de Múnich (Alemania) revisó en fechas recientes cinco piezas de equipaje pertenecientes a una familia de cuatro personas (una pareja de origen israelí con sus hijos de cinco y dos años) que llegó en un vuelo procedente de Tel Aviv. Los oficiales notaron un olor extraño.
Cuando los funcionarios de aduanas abrieron la primera bolsa, vieron que estaba llena hasta el borde con fajos de khat fresco. Cuando revisaron las otras cuatro piezas de equipaje, encontraron la misma imagen. En general, es un peso bruto de alrededor de 150 kilogramos de khat. Otras investigaciones aún están en curso.
Masticar hojas de khat, planta que procede de África, tiene un efecto similar al de las anfetaminas, pero mucho más débil. El consumidor se siente eufórico y se siente menos hambriento y cansado. En Alemania, se considera una sustancia prohibida que está sujeta a las disposiciones de la Ley de Estupefacientes. Además de su empleo como estimulante, el khat se utiliza para la elaboración de distintas drogas sintéticas.