A principios de esta semana, bajo la delegación de la Fiscalía del Etna, efectivos del Comando Provincial de la Guardia di Finanza de Catania hicieron cumplir una orden emitida por el juez de instrucción de Catania contra 21 personas en las provincias de Catania, Siracusa, Trapani y Palermo.
En particular, habiendo considerado los graves indicios de culpabilidad en el estado de las investigaciones y aún en ausencia de audiencia, ordenó prisión preventiva de 21 personas, sospechosas graves, por diversas causas, de asociación delictuosa de tipo mafioso, tráfico organizado de estupefacientes, agravado por haber actuado con el método mafioso, tenencia y tráfico de estupefacientes, autoblanqueo y reempleo de ilícitas ganancias, así como transferencia fraudulenta de objetos de valor y posesión de municiones, así como la incautación, con fines de confiscación, de 11 actividades económicas, 13 bienes inmuebles (7 edificios y 6 terrenos) ubicados en la provincia de Etna y 50 relaciones/depósitos financieros.
Las operaciones de arresto e incautación involucraron a un total de más de 140 financieros y se llevaron a cabo con el apoyo de soldados del Servicio Central de Investigación del Crimen Organizado (SCICO), el Cuartel General Provincial de Palermo, Trapani y Siracusa, la Sección Aérea de la Fuerza Aérea de Palermo Departamento, así como de las unidades caninas antidrogas y antifraude y de las unidades de Empleo Antiterrorista en servicio en la provincia de Etna.
La investigación, coordinada por la fiscalía del Etna y realizada por unidades especializadas del GICO de la Unidad de Policía Económico-Financiera de la Policía Financiera de Catania, se inspiró en las investigaciones realizadas en el marco de la operación “La Valette”, que involucró a un camarilla ramificada de italianos y extranjeros, que operan en Sicilia, Calabria y Malta, dedicada al tráfico de drogas.
La referida asociación habría tenido perfiles de contigüidad con el clan “Cappelo-Bonaccorsi”, dado que, para favorecer el lucrativo negocio, se habría servido del carisma criminal de un súbdito, cuñado de los citados hermanos y un conocido exponente de dicho clan, para dirimir las disputas relacionadas con el narcotráfico, obtener con mayor facilidad los pagos “debidos” a los mismos y en todo caso garantizar la cobertura necesaria para mantener el tráfico ilícito.
Las investigaciones revelaron que los sospechosos habrían asegurado suministros estables de cantidades significativas de estupefacientes a través de dos canales principales: el primero con una base operativa en Figline Valdarno en Toscana, que habría pertenecido a un sujeto italiano y un albanés, y el segundo, activo en la ciudad de Catania, imputable a otras dos figuras de nacionalidad italiana. El transporte y la custodia de los bienes comprados estarían entonces garantizados, además de los canales antes mencionados, a través de otros sujetos, que administrarían varios sitios de almacenamiento entre Catania, Gravina di Catania, Misterbianco y el Pueblo de Ippocampo di Mare.
Durante las investigaciones, realizadas también a través de actividades de carácter técnico y servicios de observación y vigilancia, también se alegó la existencia de un segundo grupo dedicado al narcotráfico organizado -independiente del mencionado anteriormente- que habría establecido una vasta plantación de cannabis en un terreno de unos 1.500 metros cuadrados cerca de la cascada “Oxena” entre Militello en Val di Catania y Grammichele, y luego se ocupa del cultivo relacionado, así como de las fases posteriores de procesamiento y venta de grandes cantidades de marihuana. Este grupo habría estado compuesto por un súbdito, con el papel de organizador, dos estrechos colaboradores del primero y un albanés encargado del mantenimiento ordinario de la plantación además de desempeñar las funciones de guardián y vigía.
La prueba investigativa durante las investigaciones también se encontró a través de la detención en flagrancia de 7 sujetos por posesión y tráfico de drogas y la incautación, en varias circunstancias, de una cantidad considerable de drogas y, en particular, de unos 34 kg de cocaína, 400 kg de marihuana, 1 kg de hachís, 11.000 plantas de cannabis y balas calibre 38. 9.
Las investigaciones supuestamente revelaron la posterior reutilización de los productos ilícitos del tráfico de drogas en actividades comerciales legítimas. Específicamente, se habrían identificado las inversiones de dos de los cuatro hermanos en una sociedad de responsabilidad limitada y en una empresa unipersonal, que operan en el sector de la venta y alquiler de automóviles en Tremestieri Etna y Viagrande (CT). Además, se constató la atribución ficticia de la propiedad de una empresa unipersonal en Catania, que ejercía la actividad de bar, para eludir las disposiciones sobre medidas de prevención de activos.
La actividad de investigación en cuestión forma parte del marco más amplio de las acciones llevadas a cabo por la Guardia di Finanza contra todas las formas de delincuencia organizada a través de la represión del narcotráfico y el tráfico de estupefacientes, así como la lucha, desde un punto de vista económico-financiero, de blanqueo de capitales y reutilización de productos ilícitos en el circuito económico legal, con el fin de evitar los cada vez más peligrosos intentos de contaminación del tejido empresarial y salvaguardar a los operadores económicos y ciudadanos honestos.
