“A él le gusta estar pendiente de todo y controlarlo absolutamente todo. Seguramente no vaya a estar en la embarcación, ni cerca, pero va a estar en un chalé con un sistema de comunicaciones que le permita controlar a todas y cada una de las personas implicadas: la gente que ha enviado la droga, la que está en el barco que la transporta, la que está en las lanchas que han salido a su encuentro, la que contacta desde tierra con esas lanchas e incluso la que está en puntos de seguridad a lo largo de la costa, no solo para cuando llegue la mercancía, sino para sacar las embarcaciones, sobre todo de un punto tan llamativo como el astillero O Facho“.
“A él le gusta estar pendiente de todo y controlarlo todo, tal vez no encima de la lancha, pero sí desde un chalé dotado de sistemas de comunicación”
El inspector jefe que instruyó las diligencias policiales que desembocaron en la operación Mito, el mayor golpe policial al tráfico de cocaína de los últimos 15 años en España, protagonizó la primera sesión de la vista oral que se sigue en la Audiencia Nacional contra José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, y 45 personas más, presuntas colaboradoras, en distintos grados, de la que entonces era considerada la organización criminal más poderosa de Europa dedicada al tráfico de cocaína.
“Ellos mismos fabrican sus lanchas a medida para cada operación, con un tamaño y una motorización concreta”
“José Ramón Prado Bugallo es un empresario del tráfico de drogas. Es capaz de hacerlo todo. No hay ninguna organización más poderosa en España y no la ha habido nunca”, explica el policía, que detalla que “ellos mismos fabrican sus lanchas, que son específicas para cada operación, con el tamaño y los motores que necesitan. Contratan a los expertos informáticos que sean necesarios para sus comunicaciones, así como a los abogados y otras personas precisas para el blanqueo. Lo tienen todo bajo su control”.
“En aquel momento tenía prohibido viajar a Galicia y sin embargo hacía reuniones fuera de su lugar de residencia, que era en Algeciras”
La vista oral se inició con la solicitud de suspensión del juicio por parte de una parte de los letrados por la ausencia en la sala de José Manuel Costa, uno de los acusados que, como se ha dicho en días precedentes, está recluido en Senegal cumpliendo condena tras haber sido detenido nuevamente con un alijo de cocaína. El fiscal se opuso a la suspensión, mientras que las defensas mostraron distintas posiciones. Algunos de los acusados, además, no comparecieron, como fue el caso de Quique Arango, presunto número 2 de Sito Miñanco, cuyo letrado indicó que había sido citado por los forenses para la jornada de este lunes, o Robert Miller, supuesto representante del Cártel de Liverpool.
“Le vimos acudir a Marbella, donde están las mayores organizaciones de tráfico de drogas del Mundo; eso desencadenó todo»
El presidente de la sala, Alfonso Guevara, y sus compañeros de tribunal, decidieron de forma inmediata que no ha lugar a la suspensión, decretando la busca y captura para Robert Miller. En cuanto a la posible extradición de Costa, señaló que no cabe la opción de aguardar, pues “sería interminable” la espera. “Dado que no se perjudica a la defensa de los demás vamos a continuar”.
La sesión inicial se desarrolló con más agilidad de lo habitual, pues Guevara no permitió a los letrados extenderse en
cuestiones previas que, según indicó, se resolverán en sentencia, por lo que dio paso al testimonio del instructor de las diligencias, hilo conductor de la jornada.
“Es una organización en la que colabora mucha gente; tuvimos que participar seis grupos de investigación y dos de sistemas especiales”
La investigación se abrió en 2016, con el capo de Cambados en semilibertad. “Enseguida se pudo verificar que había movimientos que indicaban que podía estar trabajando. Tenía prohibido viajar a Galicia y sin embargo acudía a reuniones fuera de su lugar de residencia, que era Algeciras. Se estaba encontrando con la misma gente con la que había
sido detenido en 2001. Juan Antonio Fernández y Luis Enrique Arango eran las personas de su mayor confianza. También se le detectó con un ciudadano búlgaro con muchos antecedentes en Marbella”. Precisamente sus visitas a la capital de la Costa del Sol acabaron de centrar la investigación. “Allí están ubicadas las mayores organizaciones de tráfico de drogas del Mundo. Eso desencadenó todo”, expuso el agente.
“También viajaba a Madrid, se reunía en una nave de Colmenar. Incluso dormían en la nave, lo que nos llevó a sospechar. Eran encuentros extraños. Incluso su hija apareció por allí alguna vez”. Otro elemento indiciario que se acumulaba era la gran flota de vehículos que manejaban. “Se intercambiaban los coches”. Disponían de un lugar de reunión en Marbella, el concesionario de uno de sus colaboradores, que utilizaban “de punto de reunión“. “Era la Mercedes Costa del Sol, de Bruno Casado. Allí no encontramos dinero, pero sí en la vivienda de Casado y en la de Miñanco”.
“El que dirigió el tema para justificar ese dinero (los 900.000 euros incautados en Barajas) fue el señor Boye”
Sobre los lugares de reunión detectados desde el primer momento, además del concesionario de la ciudad malagueña, el policía destacó “el chalé de Sobreira”, en Vilagarcía, donde “no residía nadie, pero era un piso de seguridad y un centro de operaciones. Allí durmieron los especialistas holandeses que cobraron 700.000 euros por instalar los sistemas de comunicaciones con las lanchas”. Otro punto de especial relevancia destacado por el inspector fue la vivienda de dos de los acusados en Baiona. “Allí querían montar un sistema de comunicaciones para conectarse con los barcos”, explicó.
El otro emplazamiento de especial relevancia para la Udyco Central eran los astilleros Facho, en Cambados. “Allí fabricaban sus propias lanchas, lo que mostraba el poder de la organización. Construían sus chasis, sus cabinas, todo a medida de lo que necesitaban para cada operación. En ese astillero, además, en el que figuraba como apoderada una persona relacionada con José Ramón, estaba dado de alta como trabajador Juan Antonio Fernández, una de sus dos manos derechas, y estaba claro que allí él no trabajaba”. “Es una organización en la que trabaja mucha gente. Tuvimos que participar seis grupos de investigación y dos de sistemas especiales en el operativo”, expuso el policía.
“En Baiona querían montar un sistema de comunicaciones para conectarse con los barcos”
Protagonista secundario en la vista oral pero muy relevante en la esfera política nacional es Gonzalo Boye, letrado de Carles Puigdemont. Sobre él el instructor de las diligencias fue claro. “Sito Miñanco le da un dinero, casi 900.000 euros, a Arango, para que a su vez lo entregue a otros colombianos y lo lleven a su país”, dijo. Tras la caída de ese dinero en Barajas, “el que dirigió el tema para justificar ese dinero era el señor Boye”, aclaró el policía.
Gonzalo Boye, abogado del expresidente catalán Carles Puigdemont, llegó a la Audiencia Nacional arropado por una veintena de dirigentes de Junts, para quienes el juicio contra él por presunto blanqueo de capitales es “un montaje con claras motivaciones políticas”. Según el portavoz del partido catalán, Josep Rius, Boye no estaría hoy sentado en
el banquillo de los acusados, si no fuera el abogado de Puigdemont. El expresidente de la Generalitat Quim Torra, y los portavoces de Junts en el Congreso y el Senado, entre otros dirigentes.