En agosto pasado, la Policía Federal de Argentina había desarticulado una gran organización narcocriminal internacional e incautado la droga, un alijo de 1,6 toneladas de cocaína de máxima pureza que estaba oculta en bolsones con alimento balanceado a base de maíz. Cuatro meses después y tras un intenso trabajo de coordinación internacional, los agentes detuvieron en Dubái al presunto responsable del cargamento, el colombiano Gabriel Londoño Rojas.
La Policía Federal Argentina, en coordinación con Interpol, logró la detención en Emiratos Árabes del citado cabecilla de la organización narcocriminal que, según sus pesquisas, fue el que hace unos meses planificó traficar más de una tonelada y media de cocaína a través de la Operación Rosario-Dubái. Narcodiario pudo saber que el presunto capo colombiano tenía al menos una empresa en España que serviría de fachada para actividades ilícitas.
En aquel momento se produjeron 20 registros domiciliarios y más de una docena de arrestos, entre ellos personas de relevancia tanto en Sudamérica como en Europa. Sin embargo, las autoridades insistieron hasta conseguir la detención del presunto capo en territorio dubaití. Todo ello se llevó a cabo gracias al apoyo de la red policial Interpol, básica en esta clase de operativos.
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