La Guardia Civil, en una segunda fase de la que se denominó operación MVRAND, llevada a cabo en diciembre de 2021 y en la que se detuvo a uno de los narcotraficantes más buscados a nivel internacional, Fikri Amellah, ciudadano marroquí considerado “High Value Target” para las principales agencias policiales internacionales, ha detenido a otras diez personas relacionadas directamente con la organización por él liderada y con la introducción de grandes remesas de cocaína y hachís tanto en España como en diferentes países europeos.
En esta ocasión, se han llevado actuaciones en ciudades como Barcelona, Almería, Ceuta y Málaga, siendo en esta última donde se ha conseguido detener al ciudadano marroquí Adil Adbib, mano derecha del líder de este grupo criminal, detenido en Barcelona en la citada primera fase, Fikri Amellah.
Ambos individuos son naturales de la ciudad costera marroquí de Alhucemas, donde se conocían desde la infancia, iniciándose juntos con las artes de pesca y navegación, hasta llegar a convertirse con los años en los mayores suministradores de hachís conocidos. Solo durante los últimos meses del año 2021, se ha constatado como suministraron más de 100 toneladas de hachís a diferentes organizaciones criminales que operaban en España.
En lo que a la logística se refiere, importaban las narcolanchas y los motores de gran potencia de forma clandestina desde los Países Bajos, introduciendo ambos en naves cercanas a las costas de Portugal, lugar donde ponían a punto dichas embarcaciones y las activaban en las diferentes rutas de entrada de sustancia estupefaciente. Estas embarcaciones estaban destinadas a pasar varios meses navegando, realizando continuas recogidas de droga en Marruecos para posteriormente realizar trasvases o introducirlas en las costas españolas.
Ese grupo criminal contaba con una sólida infraestructura en Dubái, lugar desde donde se dirigían todas las actividades de su entramado económico. A modo de ejemplo, ha quedado corroborado cómo enviaban “mulas” desde ese Emirato trasladando relojes de gran valor económico a España, habiéndose intervenido por los investigadores varias de estas piezas, algunas de ellas de coleccionista y cuyo valor en el mercado alcanzaría precios superiores a los 800.000€.
De la misma manera, también habrían adquirido varios yates de lujo utilizando esta compleja red de blanqueo de capitales, llegando a utilizar sociedades radicadas en países como Reino Unido, Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Irlanda o Turquía. En este sentido, se ha procedido a imputar a un holding de empresas por estos hechos, el cual no tenía implementado ningún protocolo, cómo sujeto obligado a ello, para evitar la introducción de las ganancias provenientes del narcotráfico en el circuito económico legal.
Ha sido determinante para el éxito de la operación el apoyo de Europol mediante su Centro Contra el Crimen Económico y Financiero (EFECC), tanto a nivel operativo como técnico, así como de la agencia estadounidense Drug Enforcement Agency (DEA).
Amellah es considerado el mayor suministrador de sustancias estupefacientes a diferentes grupos criminales europeos a través de la península ibérica, como en el caso de España al del conocido Clan de los Castaña.
La investigación se inició a principios del año 2020 por el Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa y ha sido desarrollada en coordinación con la Fiscalía Delegada Antidroga del Campo de Gibraltar y dirigida por el Juzgado de Instrucción Mixto número 2 de San Roque (Cádiz), centrando todos sus esfuerzos durante los dos últimos años en desmantelar completamente la estructura de esta organización criminal, con la finalidad de cortar el flujo y suministro de hachís a los principales clanes que operan en España.