El negocio de la marihuana es, probablemente, el más rentable para los narcotraficantes hoy en día, tanto por la escasa inversión necesaria para levantar una plantación (especialmente si se lleva a cabo al aire libre) y por el leve reproche penal que comporta el delito en comparación con el que recae sobre quienes trafican con otras sustancias. Ello hace que, durante el período estival (el calor beneficia el crecimiento del cannabis), sean muchas las personas que pretendan hacer su particular agosto mediante plantaciones, que en 2022 se localizaron en zonas forestales arboladas ocultas entre la vegetación autóctona en invernaderos, en fincas rústicas, en jardines anexos a viviendas y en naves industriales.
Agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra (España) desmantelaron la mayor parte de las estructuras en las que se incautaron 4.280 plantas, 3.437 de ellas en el campamento que recorrió Narcodiario presuntamente dirigido por la Mafia Albanesa en Pedre (Cerdedo-Cotobade). Plantaciones de menor entidad se localizaron durante los meses de julio y agosto por parte de efectivos de los puestos de la Guardia Civil de Soutomaior, Sanxenxo, Cambados, Cuntis, Caldas de Reis, Mos, Gondomar, Baiona, Marín, Moaña, O Porriño, Ponteareas, Salvaterra do Miño, Tomiño, Covelo, Arbo y Tui, cada uno en sus respectivas demarcaciones.
«Para la resolución de algunos de los servicios realizados, resultó fundamental la colaboración ciudadana», destaca el Instituto Armado, que añade que «todos los operativos concluyeron con el corte y pesaje de las plantas aprehendidas y la puesta a disposición judicial en su caso, de los responsables de las mismas».
La presencia de grandes grupos criminales dedicados en exclusiva al negocio de la marihuana es cada vez más común en España. La Mafia Albanesa es la que opera con un esquema más organizado, con plantaciones muy similares en todo el territorio nacional, buscando zonas boscosas de difícil acceso con sistemas de riego e instalando infraviviendas para
sus cultivadores.