Las autoridades policiales de Paraguay, con la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) al frente de las operaciones, y sus homólogos de Brasil, han culminado en las últimas horas un trabajo combinado y conjunto que dio como resultado la incautación de 652.000 kilos de marihuana en distintas variedades (prensada, en plantas y en cogollos), en diez días de redadas en el área de Amambay, zona fronteriza entre ambos países.
Las fuerzas de seguridad, conscientes del elevado nivel de delincuencia en el área que fue objeto de investigaciones, desplegaron un poderoso contingente con apoyo aéreo para detectar las construcciones ilícitas y las plantaciones, todas ellas al aire libre.
La operación, bautizada Nueva Alianza por sus participantes, generó unas pérdidas económicas a las organizaciones criminales dueñas de la droga de unos 20 millones de dólares.
Detrás de las mismas estarían grupos paraguayos, pero especialmente los dos grandes núcleos criminales de Brasil, el Comando Vermelho y el Primeiro Comando da Capital, ambos con presencia relevante en el país vecino.