El Cuerpo Nacional de Policía, que, a través de la Policía Judicial de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) realizaba la fase de explotación contra una organización narcocriminal, se encontró con una maniobra muy peligrosa por parte de los investigados: plantaron fuego a las instalaciones en las que operaban para intentar borrar pruebas. Los Bomberos consiguieron controlar la situación, pero solo una persona pudo ser detenida. Esa zona de España es muy conocida por actividades de tráfico de drogas, muchas de ellas graves, como la que acabó con un presunto delincuente muerto y varios agentes heridos en la costa.
La investigación se centró en una red que se dedicaba a hacer acopio de marihuana en distintas plantaciones del Sur de España para su secado y empaquetado, y el posterior envío a los consumidores. En este caso, los sospechosos idearon un sistema en el que los paquetes simulaban a rellenos de cojines o almohadas, lo que les permitía transportar la droga camuflada en esa clase de transportes eludiendo los controles.
El operativo se saldó con la incautación de 125 kilos de marihuana en cogollos, ya lista para su venta, así como 9.000 euros en efectivo y un coche de gama alta. También material preciso para el cultivo del cannabis. El único arrestado ingresó en prisión y hay un segundo hombre identificado pendiente de ser detenido.
