Dritan Gjika, el capo que disponía de 4.000 kilos de cocaína al mes, observa desde Dubái

Ecuador condena a 14 de sus supuestos lugartenientes en el país sudamericano tras la operación Pampa / Su principal socio, el ítalo-argentino Mario Sánchez, sigue bajo custodia en España a la espera de ser juzgado / La organización es un ejemplo del dominio de la Mafia Albanesa para el gran tráfico de cocaína a ambos lados del Atlántico
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Mario Fabián Sánchez, alias El Argentino, se presentaba hasta hace poco más de un año como un empresario de éxito, dueño de dos firmas bananeras dedicadas a la exportación de fruta desde Ecuador a Europa, vía España. Afincado en la Costa del Sol, se le atribuyen importantes negocios en el sector inmobiliario, una vivienda valorada en dos millones de euros y hasta un club de tenis, además de propiedades en el emirato árabe de Dubái.

En febrero de 2024, una espectacular operación intercontinental sirvió para su detención en Marbella, en una redada que incluyó a 32 personas detenidas -13 en España, 18 en Ecuador y una en Reino Unido- pertenecientes a una enorme estructura criminal asentada en Ecuador liderada por el albanés Dritan Gjika, considerado uno de los narcotraficantes más poderosos del Mundo. El Argentino sería, según detallaron en su momento las autoridades, su principal socio en el negocio. Un año después, se le sitúa en una prisión española a la espera de ser juzgado por blanqueo de capitales. Mientras, el capo albanés, al que se le atribuye un ‘contrato’ en el Valle del Cauca colombiano para recibir 4.000 kilos de cocaína al mes, observa acontecimientos desde su refugio dubaití.

Mientras, al otro lado del Atlántico, en Ecuador, se ha desarrollado el juicio contra la rama de la organización que fue desarticulada hace un año, toda ella al servicio de los anteriores, dedicada a realizar grandes envíos de cocaína desde las terminales portuarias de Guayaquil y hacia España. Se bautizó como operación Pampa.

Con base en las pruebas presentadas por la Fiscalía, el Tribunal especializado en delitos de corrupción y crimen organizado declaró culpables por unanimidad a catorce de los quince procesados y los condenó por el delito de delincuencia organizada con fines de tráfico de drogas, en diferentes grados de participación dentro de la trama delictiva. Según la investigación, todos los procesados están directamente vinculados con la Mafia Albanesa y la red de Gjika, una gran organización criminal dedicada al narcotráfico transnacional.

El Tribunal impuso penas de siete años de prisión a los individuos considerados en un nivel más elevado de la organización: Andersson Antonio C. B., alias Familiar; Jairo Hernán M. R., alias Pájaro; Jhon Fernando E. E., alias Gato; Héctor Salomón P. S., alias Glock; y, Jonathan Maximiliano L. V., alias Secretario.

Uno de los detenidos en España / Policía

A los colaboradores del delito, Julio Cesar L. M., alias Ingeniero o JC; Zhuang Y., alias Chino; Olmer Ciseron J. O., alias Sureño; Jesús David E. A., alias Ñaño; Javier Fernando I. E., alias Javi; Evellyn Melissa L. C., alias Doña; Miguel Ángel A. T., alias Toyo; Vicente Jacinto Z. P., alias Loco; y, Jorge Eduardo B. C., se les impuso una pena de cinco años de prisión.

El fiscal del caso presentó cincuenta testimonios y dieciséis pruebas documentales que demostraron la comisión del delito de delincuencia organizada. Las pruebas recabadas permitieron identificar ‒al menos‒ nueve envíos de droga desde el Puerto Marítimo de Guayaquil a Europa (Países Bajos y Bélgica, además de España), ocultos en cargamentos contaminados, como por ejemplo fruta. Además, se hicieron dos hallazgos de grandes cantidades de droga en Ecuador, uno en Valencia (Los Ríos) y otro en el Puerto Marítimo de Guayaquil.

Relojes de lujo incautados / Policía

Estas operaciones fueron coordinadas por Grjika, alias Tony, y Sánchez, El Argentino, según las autoridades, quienes lideraban el grupo delictivo en los territorios ecuatoriano y español, respectivamente. A su vez, varias personas vinculadas a actividades comerciales y con residencia en España se encargaron de la coordinación logística para la importación de los contenedores contaminados. Utilizando una relación comercial de empresa a empresa, facilitaron la recepción de los contenedores, los cuales contenían ocultas las sustancias estupefacientes.

La Fiscalía de Ecuador presentó evidencia de la colaboración con España con la que se confirmó la relación de los implicados con el líder de la organización, el albanés ‘refugiado’ en Dubái, y con las empresas involucradas en la exportación de los contenedores. Se entregaron fotos, videos y audios encriptados obtenidos de la plataforma SKY-ECC que confirmaron la participación de los procesados en la planificación y ejecución de los envíos de droga.

En febrero de 2024 se llevaron a cabo 22 registros en España en los que se intervinieron casi 500.000 euros en metálico, un arma corta, 12 vehículos de alta gama y se han inmovilizado 17 inmuebles por valor de 12 millones de euros, bloqueado 88 productos financieros y se intervinieron cuatro personas jurídicas, en su mayoría relacionadas con Mario Sánchez.

En Ecuador se practicaron 40 registros que permitieron la intervención de más de 2.300.000 dólares, nueve vehículos, nueve armas de fuego y se han inmovilizado 22 inmuebles y múltiples productos financieros, además de seis entidades jurídicas, permitiendo detectar un patrimonio blanqueado por valor de 36 millones de euros.

Dritan y Mario, según detalló España en su momento, dirigían empresas productoras y exportadoras de fruta desde Ecuador a todo el Mundo, con un volumen de negocio de cientos de contenedores exportados al año, lo que permitía una cobertura perfecta a su holgada situación económica, con gastos millonarios como la adquisición de inmuebles en lugares exclusivos de Marbella, Guayaquil o Dubái o la apertura de nuevas vías de negocios, como el ocio nocturno o el deportivo, y el disfrute de un altísimo nivel de vida.

Carné del supuesto capo / Balkanweb

Las indagaciones de los agentes permitieron revelar que ambos individuos aprovechaban las exportaciones de sus empresas para ocultar cocaína en los contenedores, para lo que contaban con la colaboración de personal en los puertos o de empresarios dedicados a la importación de fruta, que simulaban una relación lícita de comercio para introducir la droga en sus países.

La organización usaba diversos métodos para enviar el estupefaciente, pero tras la incautación en 2020 de más de 1.100 kilos de cocaína en uno de sus contenedores por las autoridades de Países Bajos, los investigados comenzaron a realizar pequeños envíos de entre 15 y 40 kilos de estupefaciente, contaminando varios contenedores a un mismo importador, y usando la estructura de los contenedores para ocultar la cocaína, de forma que, si era interceptada, la empresa exportadora negaba su implicación en el envío ilícito.

La organización estaba perfectamente estructurada, siendo el empresario albanés el encargado de introducir la droga desde el Valle del Cauca, en Colombia, a Ecuador, teniendo, según los investigadores, un contrato con sus suministradores colombianos para recibir 4.000 kilos de cocaína al mes, preparando posteriormente los contenedores para su envío a diversos países. Para ello contaba con personas de la organización, tanto en las empresas exportadoras que controlan, como en el propio puerto de Guayaquil para asegurar la salida de los contenedores.

Alias El Argentino, asentado en Marbella, presuntamente se encargaba de proveer la logística de sus empresas de exportación para realizar envíos de cocaína y de coordinar el entramado financiero dirigido al blanqueo de capitales, contando con un gestor especializado en esta materia, realizando diversas recogidas de dinero en metálico para introducirlos en el mercado legal. La Fiscalía de Ecuador sembró la duda al situarle como huido de la Justicia, algo que, sin embargo, no se correspondería con la realidad: será juzgado en España por su colosal imperio levantado a base de supuesto blanqueo. En circunstancias distintas se halla Dritan Gjika, relacionado en su día con las altas esferas del gobierno ecuatoriano en tiempos de Guillermo Lasso, y del que se piensa que ha sido uno de los grandes pioneros de la ruta de la cocaína entre Ecuador y España y de la presencia estable de narcos balcánicos en Latinoamérica para controlar toda la cadena de la droga, desde los propios laboratorios.

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