La Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra y la Policía Federal Australiana, en un trabajo conjunto, desmantelaron el pasado miércoles 11 de diciembre una organización criminal dedicado al tráfico de drogas, especialmente cocaína, ketamina y MDMA, con ramificaciones internacionales en Europa, América, África y Oceanía. El operativo fue desvelado en su día por Narcodiario.
La organización presentaba varios niveles de jerarquía con un claro reparto de funciones entre las que destacaba el líder, un hombre de 39 años, que dirigía el entramado, ordenaba movimientos de dinero, acordaba los precios de venta de las sustancias y establecía contactos internacionales para enviar la droga, así como participaba de la elaboración de los paquetes a enviar por todo el Mundo.
En los otros niveles de la organización se encontraban personas que ejercían el rol de custodiar y almacenar las sustancias, funciones logísticas en lo que se refiere al transporte y la elaboración de los paquetes o la venta de drogas al consumidor final, entre otros.
La fase de explotación de esta investigación se llevó a cabo realizando nueve registros: ocho en Barcelona y uno en Ibiza, y se ha detenido a ocho personas, de nacionalidades española, italiana, alemana y chilena. El despliegue de la Guardia Civil incluyó a unidades de asalto especializadas y el Servicio Cinológico con perros detectores de drogas y dinero. Cabe mencionar que tres personas más fueron detenidas en el transcurso de la investigación, por lo que la suma total de detenidos de la operación es de 11 personas.

En los registros practicados, los agentes han incautado cantidades significativas de diversas sustancias estupefacientes, incluyendo cocaína, tusi (cocaína rosa), hachís, marihuana, ketamina y metanfetamina. También se ha intervenido maquinaria especializada para la elaboración de drogas sintéticas, balanzas de precisión, envasadoras al vacío, teléfonos móviles, material informático, una caja fuerte y diversa documentación. Asimismo, se ha requisado dinero en efectivo.

La operación ha contado con la participación activa de la Policía Federal Australiana cuyos miembros se desplazaron a Barcelona para colaborar en el desarrollo de los registros y el análisis de información, y ha sido coordinada desde Londres por los enlaces de dicho Cuerpo y por el Agregado de Interior español en Reino Unido. Esta cooperación internacional ha resultado clave para desarticular a una organización con capacidad operativa transnacional.
