En la madrugada de este martes, 14 de enero de 2025, los Carabinieri del Comando Provincial de Agrigento, con el apoyo de colegas del Comando Provincial de Caltanissetta, implementan medidas cautelares contra 51 sospechosos (algunos de ellos ya encarcelados), todos ciudadanos italianos, sospechosos de pertenecer a la organización mafiosa llamada Cosa Nostra, una asociación criminal destinada al tráfico de drogas y otros delitos conexos. El anterior golpe a la Mafia en Sicilia tuvo lugar en abril de 2024 con epicentro en Catania.
La investigación dirigida por la Dirección Antimafia de Palermo comenzó en diciembre de 2021 y se extendió hasta este martes, teniendo como objetivo la reconstrucción del organigrama y actividades criminales de las familias mafiosas de Porto Empedocle y Agrigento/Villaseta, probablemente encabezadas por Fabrizio Messina, condenado a 49 años, y Pietro Capraro, condenado a 39 años. Ambos se hallan en prisión. Con el operativo se demuestra que la Mafia, a pesar de haberse visto muy afectada a lo largo de los años por diversas operaciones, sigue hoy plenamente operativa en Agrigento, con enormes recursos financieros y numerosas armas.
Todo ello, además, se desarrolla en un contexto caracterizado por una inestabilidad del equilibrio mafioso laboriosamente logrado a lo largo del tiempo, al que se suman las conexiones cada vez más peligrosas, persistentes y documentadas entre los asociados dentro del circuito penitenciario y entornos criminales externos. De hecho, se constató un uso sistemático del teléfono por parte de los ‘hombres de honor’, o por sujetos cercanos a la asociación, durante sus respectivos períodos en prisión, manteniendo inalteradas sus capacidades de mando y permitiéndoles dar órdenes y directrices.

La capacidad de la asociación mafiosa para controlar la dinámica criminal del territorio ha quedado patente, habiéndose reunido claros indicios de la comisión de numerosos delitos (extorsión, tenencia de armas, incendios y daños). Durante la investigación, se cree que los asociados, haciendo uso del poder de intimidación derivado de su pertenencia a la organización mafiosa denominada Cosa Nostra, obligaron al administrador de una empresa adjudicataria de los trabajos de recogida y transporte, en el municipio de Agrigento, a contratar como trabajadores al menos a cinco personas vinculadas a ellos por vínculos familiares o, en cualquier caso, de confianza para ellos.
También obligaron al representante legal de una empresa de combustible a poner fin a la relación laboral con un empleado y sustituirlo por otra persona de su agrado; prendieron fuego, para dañarlos, a dos camiones registrados a nombre de una empresa constructora; obligaron al administrador de la empresa adjudicataria del contrato para las obras de remodelación de la Piazza della Concordia, en el barrio de Villaseta, a contratar como trabajador a una persona de su agrado; además obligaron a la empresa que había sido subcontratada para las mismas obras a contratar trabajadores de su confianza.
Por otra parte, según los Carabinieri, cometieron un robo en la gasolinera DB de Villaseta, durante el cual se apoderaron de la cantidad de 400 euros que sustrajeron al empleado mediante violencia y amenazas; obligaron al propietario de un bar en Agrigento y a sus empleados a proporcionarles alimentos y bebidas sin pagar, obteniendo así para sí el beneficio injusto resultante del libre consumo de alimentos; obligaron, mediante repetidos actos de violencia y amenazas explícitas, al propietario de un establecimiento comercial en Agrigento a pagarles la suma de 1.000 euros mensuales, procurándose así para ellos y para otros el beneficio injusto resultante de la adquisición indebida de la suma de dinero.

Los investigadores también confirmaron que los mafiosos prendieron fuego, para dañarla, a una furgoneta registrada en una tienda de bebidas de Porto Empedocle; efectuaron varios disparos contra la contraventana del mencionado revendedor y, como acción de manifestación con fines intimidatorios, realizaron varios disparos en dirección a la puerta de entrada de la casa de un hombre de Agrigento, ‘culpable’ de haber discutido con el hijo de uno de sus asociados.
Además de lo descrito anteriormente, los máximos exponentes de las familias mafiosas de Porto Empédocle y Agrigento-Villaseta dirigían y promovían otras dos asociaciones distintas dedicadas al tráfico de drogas que han adquirido, en plena sinergia entre sí, el monopolio de un sector criminal tan rentable en la provincia de Agrigento.
Ambas asociaciones criminales han demostrado además que poseen una capacidad de suministro poco común mediante la activación de contactos y relaciones comerciales no sólo con los grupos criminales de las otras provincias sicilianas sino también con otros grupos nacionales y extranjeros (Bélgica, Alemania y Estados Unidos). Se han producido numerosos transportes de grandes cantidades de sustancias estupefacientes y su relativa transferencia a terceros para su posterior reventa al por menor. De hecho, durante la investigación se incautaron más de 100 kilos de hachís, más de 6 kilos de cocaína y, el pasado mes de noviembre, también la suma en efectivo de 120.000 euros contenida en cinco paquetes envasados al vacío escondidos en el interior de un coche.

Los resultados de las investigaciones más recientes han registrado un repentino y alarmante resurgimiento de graves actos de intimidación realizados también mediante el uso de armas, probablemente debido tanto a la imposición del respeto a la “competencia” territorial como a los intentos de oponerse a la hegemonía del grupo mafioso de la familia Agrigento-Villaseta.
Existía, por tanto, un riesgo real de que se produjera un crescendo de acciones intimidatorias que pudieran conducir a la comisión de delitos aún más graves, o lo que los propios sospechosos definen como una auténtica guerra mafiosa.