La operación Mito hizo aflorar una estructura narcocriminal presuntamente liderada por José Manuel Prado Bugallo, Sito Miñanco con ramificaciones en Andalucía y en Madrid, pero con una relevancia fundamental en Galicia. La primera semana de juicio, desarrollada entre los días 18 y 21 de noviembre, sirvió para conocer los inicios de la investigación, que tuvieron lugar tras detectar al capo de Cambados en Marbella, y los diferentes movimientos efectuados en el entorno de la capital de la Costa del Sol y Madrid. En esas sesiones, los policías aludían de forma constante a “los compañeros de Galicia” para explicar al detalle muchos de los movimientos de la red. La vista oral, retomada este lunes en la Audiencia Nacional, sirvió para recoger el testimonio del jefe de la investigación en las Rías Baixas, que, desde su base en la Comisaría Provincial de Pontevedra, coordinó toda la actuación policial en distintos puntos.
El policía explicó que las pesquisas se iniciaron a mediados de 2016 “a través de los compañeros de Málaga y Madrid”. “Nuestros compañeros de la Udyco Central nos informaron de la presencia de personas de Galicia en Madrid”, y aludió a Juan Antonio Fernández como la cabeza visible. “Sito Miñanco era el jefe, pero en Galicia nuestro principal objetivo era Juan Antonio Fernández”, explicó. Sobre él, además de destacar que era la persona de máxima confianza de Prado Bugallo, declaró que iba al volante de un coche que tuvo un accidente transportando 1,8 millones de euros, dinero al que no se pudo llegar. También le situó como el coordinador del transporte de una gran narcolancha desde los astilleros Facho hasta Isla Cristina, en la provincia de Huelva.
Muy destacados fueron también los apodos de los investigados, según destacó. Mario era Sito Miñanco; Nuria sería Juan Antonio Fernández; Alan, Luis Enrique Arango; Niño, David Pérez Lago; Conde, Ramiro Somoza; Patxi, Francisco Javier Pérez Rivas; Liber, José Manuel Ferradas, Cherokee, González Varela, o Pocholo, Fernando Prado. La mayor parte de estos apelativos fueron preparados para la aplicación de comunicación encriptada adquirida por la organización, por la que pagaron 700.000 euros, y que en ningún momento pudo ser detectada por los investigadores.
El jefe del grupo de los Greco de Pontevedra también explicó el papel de Robert Miller, que, según dijo, era el notario del cartel de Liverpool, dueño de parte de los 3.300 kilos de cocaína incautados en el buque Thoran. “Iba en una lancha junto a Fernando Prado, pero volvió a tierra ante la caída del barco”, dijo.
La Policía colocó un micro en una vieja portería abandonada en un monte donde se reunía la organización
La intervención del inspector de Pontevedra también sirvió para conocer los dos presuntos centros operativos de la organización en Galicia, ubicados en sendos chalés “que pertenecían a la inmobiliaria San Saturnino, controlada por Sito Miñanco”, uno en Sobreira, en el concello de Vilagarcía de Arousa, y el otro en Montalvo, en el de Sanxenxo. “Sobreira era el lugar donde organizaron todo el transporte y el alijamiento de la embarcación Thoran”, explicó. Relató, entre otros detalles, que de allí vieron salir “a David Pérez Lago, en un Mini, grabando a todas las personas que estaban alrededor por encima del volante”.
La segunda vivienda que fue centro operativo de la organización, según el jefe de los Greco, acogió al menos una reunión entre Luis Enrique Arango, Juan Antonio Fernández, David Pérez Lago y Sito Miñanco, por ejemplo, si bien en este caso la señala más “como domicilio de Sito Miñanco cuando estaba en Galicia”.
El policía subrayó, por otra parte, las grandes dificultades a la hora de realizar vigilancias y seguimientos a los investigados en Galicia, dado el gran control del territorio que tenían. Por ello, hubo que optar por las sonorizaciones con autorización judicial. “Yo coordinaba su utilización”, explicó. Uno de los puntos más sorprendentes en los que los agentes colocaron un micro fue en un viejo campo de fútbol en O Salnés donde se producían reuniones. En los restos de una portería se colocó un dispositivo de escucha. “No había otra forma, era un camino sin asfaltar sin salida”.
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El inspector también relató las evidencias que relacionan al barco Thoran con los investigados, todas ellas a partir de las conversaciones de los sospechosos y los efectos hallados en el buque.
La infraestructura naval para la recogida de la droga en altamar de la organización de Sito Miñanco, según la investigación, se generaba en el astillero O Facho, en Cambados. Sobre el registro del mismo, el jefe de la investigación en Pontevedra explicó que “allí había una actividad legal y otra ilegal, había una doble pared y en el otro lado se realizaban las embarcaciones para el narcotransporte”.
Dentro de la instalación se localizó una espectacular narcolancha de bajo perfil que recuerda a un semisumergible, con tres escotillas y propulsada por cinco motores, además de moldes y otras lanchas de menor porte, todas ellas relacionadas policialmente por el tráfico de drogas.