El juicio oral que se sigue contra 46 acusados en el marco de la operación Mito, la que sirvió para desmantelar la red criminal que presuntamente dirigía José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, que era “la más poderosa de Europa” a la hora de recoger alijos de cocaína en altamar, según la Policía, se retomó este lunes en la Audiencia Nacional, donde se escucharon los testimonios de más agentes que participaron en las pesquisas que desembocaron en la detención de los sospechosos. Entre ellas destacó la de un integrante de los Greco Costa del Sol, que señaló la importancia del trabajo que estaban efectuando en aquel momento porque “la organización de Sito Miñanco era una amenaza para la seguridad nacional de nuestro país”, frase que apuntaló diciendo que “tenía la capacidad para inundar los colegios de nuestros hijos de drogas”.
Este agente y un segundo policía de la misma unidad, dependiente de la Brigada Central de Estupefacientes de la Udyco Central, relataron los movimientos de Miñanco y de sus presuntos colaboradores en el Sur de España, recordando reuniones que presenciaron en distintos puntos, y destacando una vez más un concesionario de una conocida marca de coches de origen alemán propiedad de uno de los acusados, Bruno C.R., como lugar de encuentro destacado.
En una de ellas, que se desarrolló en un establecimiento de hostelería, uno de los comparecientes declaró haber visto entrar a Sito Miñanco y, minutos después, salir con una bolsa, aunque no pudo precisar el contenido, por motivos obvios. “Si supiésemos que llevaba droga o dinero habríamos intervenido”.
A continuación intervinieron dos policías que realizaron seguimientos y vigilancias a los investigados en la provincia de Pontevedra. Uno de ellos explicó los detalles de un encuentro entre Juan Antonio Fernández, supuesto jefe de la organización en Galicia en ausencia de Prado Bugallo, en una empresa dedicada al sector náutico, que precedió a la recuperación de un papel en un bar de las inmediaciones con datos sobre motores.
Otro agente relató encuentros entre el citado Fernández, Sito Miñanco y Ramiro S., “el del Facho”, dijo, en alusión a que era la persona que figuraba como responsable del astillero. Este policía también describió la llegada de dos personas “con aspecto de extranjeros” al chalé de O Rial, en Vilagarcía de Arousa, vivienda considerada clave por los agentes. Según se supo después, eran dos personas de nacionalidad holandesa encargadas de los carísimos sistemas de comunicación encriptada empleados por la organización.
Además, el policía recordó un encuentro en el que apareció en escena Miguel Ángel Devesa, un expolicía de la Comisaría de Pontevedra que lleva años traficando, que no pudo ser localizado en la operación Mito pero que fue detenido tiempo después en África. Allí fue juzgado y condenado por su relación con la introducción de grandes cargamentos de droga procedentes de Sudamérica.