La jornada del miércoles volvió a recordar a quienes miran para otro lado que el narcotráfico que no para de crecer en España en general y en Galicia en particular genera una gran espiral de violencia directa, además del conocido problema de Salud Pública. Así, y según las investigaciones de Narcodiario, este periódico adelanta la línea de investigación que apunta a que la muerte violenta de José Luis Alvarado, un hombre de origen dominicano en un bar de Carballo, (A Coruña) se produjo en el marco de un ajuste de cuentas relacionado con la pérdida de una relevante cantidad de cocaína.
El suceso de Carballo se produjo poco después de la pérdida de una relevante cantidad de sustancia estupefaciente por parte de la organización, lo que desembocó en un crimen cometido siguiendo un modus operandi muy similar al que se puede ver en América Latina de forma rutinaria: dos personas con ropa oscura llegan al lugar en el que se encuentra el objetivo, le disparan a quemarropa y huyen en un vehículo ligero. Normalmente se usan motos, pero en este caso hicieron uso, según testigos, de dos patinetes eléctricos que habrían dejado en las inmediaciones para escapar.
La investigación policial se halla por ahora bajo secreto de las actuaciones, a la espera de obtener indicios sobre la autoría del crimen, que ha causado un importante revuelo en la zona, pero no parece generar la alarma necesaria a nivel social en Galicia y, menos aún, en España. El último suceso de violencia extrema en el país fue la muerte en otra cafetería de un estibador portuario relacionado con la cocaína, en ese caso en Barcelona.
Sí se sabe, por fuentes procedentes de República Dominicana, que el fallecido tenía cuentas pendientes con la Justicia de su país por presuntos delitos relacionados con los secuestros y la petición de rescates.