En un esfuerzo internacional coordinado, las autoridades portuguesas interceptaron un barco pesquero de pequeño tamaño que transportaba más de 1,6 toneladas de cocaína en aguas internacionales, al Oeste de Cabo Verde. Se trata de la segunda gran incautación en la zona tras los 4.000 kilos localizados por la Policía Nacional hace escasas fechas y que tenían como destino Galicia.
La operación, denominada Ventos Alisios, fue realizada por el buque de la Marinha portuguesa con efectivos de la Policía Judiciária de Portugal y Cabo Verde a bordo, y fue coordinada a través del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas de Narcotráfico (MAOC-N) con sede en Lisboa. El caso contó con valiosas contribuciones de las autoridades estadounidenses, a través de la Administración para el Control de Drogas (DEA), y de las autoridades del Reino Unido, a través de la la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA).
Los seis miembros de la tripulación fueron detenidos por las autoridades caboverdianas y continúan las investigaciones sobre la red internacional responsable del envío.