La última sesión de la primera semana de juicio contra la red criminal internacional que supuestamente lideraba José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, hasta su detención en febrero de 2018, sirvió para conocer nuevos datos a partir del relato de los agentes policiales que efectuaron las vigilancias y los seguimientos a los miembros de la organización, o bien quienes coordinaron tales diligencias.
De lo conocido este jueves destacó por encima de todo el testimonio ofrecido por un policía que escuchó a través de las sonorizaciones en los vehículos que utilizaba el capo cambadés las órdenes que daba a sus colaboradores cuando empezaba a sospechar que podía caer detenido. En las mismas desveló su intención de recuperar, vía subasta, los bienes que le pudieran ser incautados en caso de ser arrestado. Faltaba poco para ello en aquel momento.
En concreto, Miñanco habló de “preservar” el astillero, en alusión a O Facho, lugar desde el que, según la investigación, salían las narcolanchas al Atlántico en busca de la cocaína. También mencionó, según el relato policial, el chalé de Montalvo, en Sanxenxo, y el de Sobreira, en Vilagarcía, como bienes que debían mantenerse a toda costa.
De esas palabras se infiere que la recuperación de sus propios bienes mediante el uso de terceras personas cuando son sacados a puja pública por el Estado es una práctica habitual por su parte, algo que, además, se ha visto en otros grupos criminales con barcos que se abordan con droga, se incautan, se venden y vuelven a ser localizados en altamar con nuevos alijos.
En la misma conversación, además, destacó otra orden por parte de Prado Bugallo: borrar toda la información de los teléfonos de los miembros de la organización para evitar ofrecer datos a la Policía. Por último, también advirtió a su gente de que no hablasen con desconocidos, pues podrían ser agentes encubiertos.

En la jornada de este jueves, la última hasta el próximo 2 de diciembre por cuestiones de agenda de la Audiencia Nacional, declararon dos jefes de grupo de la Udyco Central, uno de la Costa del Sol y otro de Madrid, así como agentes policiales que realizaron vigilancias y seguimientos concretos en la fase inicial de las pesquisas.
De cara a la reanudación de la vista se espera la comparecencia de los funcionarios adscritos a Greco Galicia, a quienes se han remitido constantemente sus compañeros en las sesiones de esta semana al tener una parte fundamental en la investigación que desembocó en la caída de Miñanco y de su presunta organización delictiva.