“Sito Miñanco estaba organizando decenas de operaciones a la vez”

Los responsables policiales que lideraron la investigación que desarticuló la red criminal liderada por Sito Miñanco exponen los seguimientos a los miembros de la organización y los indicios que vinculan al capo de Cambados con los dos alijos incautados
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“Ya me estoy cansando, así podemos estar hasta las diez de la noche”. Alfonso Guevara, juez de la Audiencia Nacional encargado de coordinar la vista oral por la operación Mito, volvió a perder la paciencia este miércoles ante las preguntas de algunos de los letrados que defienden a los 46 acusados de integrarse en la organización criminal que presuntamente dirigía José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco. Lo hizo durante las pruebas testificales de este miércoles, cuando se desarrolló la tercera sesión de un juicio que se prevé muy largo, en la que comparecieron dos de los mandos policiales que lideraron las pesquisas: Antonio Jiménez, jefe de grupo de los Greco Costa del Sol en el momento en el que se produjeron los hechos (cuya intervención comenzó el martes y concluyó este miércoles), y el responsable de una de las unidades centrales de Madrid, cuyo interrogatorio continuará durante la mañana de este jueves.

Todos los policías que declararon hasta el momento coincidieron en el “gran poder” de la red del capo de Cambados, señalando que en el momento de la investigación “organizaba decenas de operaciones a la vez”. El responsable del grupo Greco Costa del Sol explicó las dificultades para vigilar las reuniones de Sito Miñanco y de sus colaboradores en sus primeros movimientos en Marbella, cuando empezaron a sospechar de sus actividades. “En una ocasión incluso tuvimos que sacar al helicóptero para seguir una cita. Yo mismo me subí al helicóptero“, dijo.

Uno de los elementos que dejaron claro todos los policías nacionales comparecientes es que el alijo del buque Thoran y el posterior hallazgo de un contenedor con cocaína en Países Bajos se vincularon con Prado Bugallo y su organización a posteriori, encajando las piezas del puzzle, pues “ellos mismos aportaron las pruebas al hablar de ello”. Así, Antonio Jiménez explicó que alertó a sus compañeros de Galicia de que en cualquier momento iban a partir embarcaciones para recoger cocaína desde la zona (salieron desde los astilleros O Facho, según declararon). Esos movimientos se produjeron diez días antes de la caída del Thoran en altamar con 4.000 kilos de cocaína. “Nosotros no sabíamos que el Thoran era de ellos hasta después, cuando empezaron a hablar de la carga de la mercancía”.

Tres cuartas partes de lo mismo ocurrió con el contenedor. La Policía investigaba las relaciones entre Sito Miñanco y sus lugartenientes con un ciudadano holandés llamado Raimond Van Rij. Las escuchas a través de sonorizaciones les permitieron vincular los 616 kilos incautados con la red criminal, tanto por las maniobras tendentes a demostrar esa caída de droga a ojos de los colombianos como por los logos de la sustancia, con el anagrama de Rólex, de los que habló el propio Miñanco.

Tras el testimonio del responsable de la Costa del Sol intervino un testigo que, con una grúa, transportó un coche hasta una vivienda en Baiona, presuntamente empleada por la organización. Después de su breve relato apareció el responsable de gran parte de la investigación en Madrid, uno de los tres puntos neurálgicos de las pesquisas junto a Andalucía y Galicia. En su testimonio se conocieron las reuniones que tenían lugar en una nave de Colmenar, indicando que tanto uno de los ciudadanos búlgaros investigados como Luis Enrique Arango, número 2 de Sito Miñanco según la Policía, mantenían reuniones relacionadas con los hechos.

Los acusados y cocaína con logos de Rólex / Narcodiario

Además, fue de importancia su explicación sobre la secuencia de hechos que vincula a Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont, con la operación. Fue, según dijo, después de la interceptación de cerca de 900.000 euros que, según las pesquisas, iban a ser enviados a Colombia en maletas para pagar una adquisición de drogas. Tras ser intervenido ese dinero en Barajas se produjo una reunión en un restaurante VIPS de Madrid en la que “estaban Arango, Pérez Lago, la hija de Sito Miñanco y un abogado que era Boye”. Después de la reunión, añadió, los investigados aludieron a que el tema de la recuperación del dinero “estaba resuelto”, maniobra atribuida al letrado.

En la jornada de este jueves se espera que comiencen a declarar los agentes de Greco Galicia.

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