Efectivos de la Fuerza Naval del Caribe desarrollaron una nueva persecución marítima en el entorno de las Islas de San Andrés en la que, con la colaboración de la Fuerza Aérea y el apoyo de Estados Unidos, incautaron 2.300 kilos de cocaína de gran pureza a bordo de una embarcación. Se trata de una nueva intervención en un área en la que se suceden los alijos en esta época, como los 3.300 kilos aprehendidos este mismo año por la propia Armada de Colombia.

Los cinco individuos detenidos, tres de nacionalidad colombiana y dos hondureños, lanzaron al mar varios fardos para intentar escapar, algo que no consiguieron a pesar de sus esfuerzos.
