Cyril Lacombe, fiscal de Poitiers (Francia), anunció la muerte del más grave de los cinco heridos en el tiroteo ocurrido en la noche de Halloween en Couronneries, cerca de un conocido restaurante. La reyerta, que reunió a unas 60 personas, según la Police Nationale y la Fiscalía, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del Gobierno de Francia, que anunció un cambio inmediato de rumbo en las políticas antidroga que se vienen desarrollando hasta ahora, que se ha demostrado que son ineficaces. Otros cuatro jóvenes de entre 15 y 16 años resultaron heridos de distinta consideración. Lo ocurrido demuestra que el crimen vinculado a las drogas en el país está extendido y no solo se circunscribe al entorno de Marsella.
“Lo digo claro: hay que acabar con la cultura lúdica de la droga. Se acabó la banalización, vamos a pasar a culpar al consumidor”. Así de contundente se mostró Bruno Retailleau, el ministro del Interior, tras analizar lo sucedido y recibir información de que el tirador, que está siendo buscado, y el resto de causantes del altercado, están directamente relacionados con la distribución de estupefacientes. “Para romper el ecosistema de las drogas, vamos a desplegar una respuesta en todos los frentes. Será larga, pero ganaremos esta guerra“, añadió.
“Estamos en un punto de inflexión. Lo ocurrido está vinculado al narcotráfico”, explicó, antes de concluir que “necesitaremos una nueva ley sobre el tráfico de drogas para hacer lo que hicimos con el terrorismo. Es un tema transpartidista que debe convertirse en una gran causa nacional”.
La ministra delegada de Asuntos Rurales, Comercio y Artesanía. Françoise Gatel, responsable del lugar en el que se produjo el suceso, se reunió con Bruno Retailleau en el departamento de Ille y Vilaine, donde se encontraron con los habitantes y con la policía. Gatel explicó que lo ocurrido se enmarca en un “ajuste de cuentas en un contexto de tráfico de drogas”, y añade que “estas víctimas colaterales y estas tragedias ya no son hoy sólo prerrogativa de las grandes metrópolis; también afectan a las zonas rurales”. El barrio en el que se desarrolló el tiroteo da cobijo a al menos tres puntos de venta de droga, según admitieron las autoridades.
“Al reunirnos con parlamentarios y funcionarios electos locales, enumeramos los desafíos que debemos enfrentar y proporcionamos los medios de seguridad, policiales y administrativos para que todos los actores locales puedan participar en la lucha que debemos liderar en nuestras ciudades y pueblos“, expuso la ministra.