16 personas han sido detenidas en la mañana de este martes en ejecución de una orden de prisión preventiva dictada por el juez de instrucción del tribunal de Génova. Se les acusa de tráfico, incluso internacional, de sustancias estupefacientes, robo, recepción de bienes robados y violación de las normas sobre armas. Los investigados recibían la droga desde España, donde estaban los suministradores (allí se registraron tres detenciones) y se distribuían por toda Italia. El operativo se produce casi en paralelo a uno muy cercano en el tiempo contra una red ítalo-albanesa que también operaba a través del país ibérico.
Las detenciones fueron realizadas por agentes de la jefatura de policía de Génova, coordinados por la Dirección Distrital Antimafia y Antiterrorismo de la Fiscalía local, en colaboración con más de cien policías de las brigadas de Turín, Bérgamo, Monza, Lodi, La Spezia, Salerno, Bari y Lecce, y con la ayuda de unidades caninas antidrogas. Como se ha dicho, también fueron detenidas en España tres personas en ejecución de una orden de detención europea.
La investigación, llevada a cabo por detectives del Equipo de Génova, se inició el 22 de diciembre, tras la incautación de seis kilogramos de cocaína y una pistola, encontrados en el interior de un coche en el aparcamiento subterráneo de un supermercado, en la zona de Molassana. En ese mismo lugar se había producido una venta de droga, que degeneró en un intento de robo por parte de los compradores.
La investigación arrojó luz sobre la existencia de dos grupos criminales distintos activos en el tráfico de drogas, uno de los cuales, arraigado en la provincia de Turín, mantenía relaciones constantes con narcotraficantes españoles, de los que se abastecía. Las sustancias estupefacientes ingresaron en Italia por carretera, por los pasos fronterizos de Ventimiglia y Piamonte.
La segunda banda de delincuentes estaba formada por personas residentes principalmente en Liguria, muchos de los cuales, incluido su líder, eran colaboradores de la justicia o sus familiares. Precisamente eran ellos los que habían intentado dar un golpe de estado en el aparcamiento del supermercado, robando la cocaína encargada a los importadores, encabezados por dos italianos residentes en España.
Los investigadores lograron identificar a los miembros del grupo de Turín: dos hombres de 48 años que tenían la tarea de coordinar la actividad de importación de drogas en Italia, y tres mensajeros de 24, 35 y 41 años. También estuvo involucrada una mujer de 45 años quien brindó apoyo logístico y económico, poniendo a disposición su automóvil, además de recibir y enviar dinero procedente del narcotráfico.
La investigación reveló que este grupo realizó al menos tres grandes importaciones de drogas entre febrero y abril de 2023. Una de ellas fue interceptada por la policía francesa, que en ese período confiscó 55 kilos de hachís y 10 kilos de marihuana a un mensajero italiano.
Los agentes genoveses también reconstruyeron la actividad de la segunda banda de delincuentes, cuyo líder había planeado y participado en el intento de vuelco de cocaína que provocó el inicio de las pesquisas. El hombre contó con la ayuda de algunos cómplices: su yerno, también sometido al programa de protección de testigos, y otras dos personas, un colaborador y un excolaborador de justicia.
Durante la fase de inicial del operativo fueron detenidas en flagrante delito otras cinco personas y se incautaron 85 kilos de marihuana y 87 de hachís.
