Efectivos de la Douane de Francia mostraron una vez más su pericia al detectar, en un compartimento oculto de un camión, un alijo de 153 kilos de cocaína que se adentraban en el país desde el Suroeste.
Las autoridades aduaneras explican que el vehículo pesado llegó a Francia procedente de España. Para el hallazgo de la mercancía ilícita fue preciso contar con al apoyo de los perros adiestrados para el control de sustancias estupefacientes, que, unido a la experiencia de los funcionarios, sirvió para localizar la caleta en la que se transportaba la cocaína.
Un factor diferencial fue, además, el hecho de que el camión transitase vacío, sin mercancía alguna más allá de la sustancia estupefaciente que transportaba.