El día 4 de abril, en la calle de Góngora de la ciudad de Barcelona, en pleno distrito de Nou Barris, se produjo un tiroteo a plena luz del día con la calle concurrida por peatones. El lugar del enfrentamiento se hallaba frente a una escuela, que fue confinada -nadie pudo entrar ni salir- hasta que la presencia policial restableció la normalidad en la zona. Dos de los proyectiles impactaron, uno en una furgoneta de reparto en servicio, y otro en un taxi. Uno de los autores del tiroteo, ahora detenido, resultó herido en el hombro por el impacto de una de las balas.
Posteriormente, la Unidad Central de Balística y Trazas Instrumentales de la División de Policía Científica determinó que las vainas se habían disparado desde dos armas distintas. La agrupación que estas vainas presentaban en el lugar de los hechos afianzó la hipótesis inicial de los investigadores: una de las armas disparó cinco disparos desde el portal del domicilio de uno de los investigados, y la otra disparó siete a unos cincuenta metros del domicilio de otro de los investigados.
Del resultado de este análisis, también se pudo constatar que una de las armas también se utilizó el 27 de diciembre de 2023 en otro tiroteo contra un piso ubicado también en el distrito de Nou Barris de Barcelona, presuntamente relacionado con entornos delincuenciales asociados al tráfico de drogas.
Durante la investigación los Mossos d’Esquadra constataron que todas las personas investigadas disponían de armas y municiones, o bien que las podían conseguir de forma relativamente sencilla en su entorno.
Con estos datos, agentes de la Policía de la Generalitat de la DIC de Barcelona, de la Unidad de Investigación del distrito de Nou Barris y de la Unidad de Investigación Regional de Salud Pública de Barcelona detuvieron el 30 de septiembre en Barcelona y Palau-Solità y Plegamans a seis personas relacionadas con un tiroteo el mes de abril en el distrito de Nou Barris.
Los detenidos, de entre 25 y 63 años, que suman 46 antecedentes mayoritariamente por delitos contra la salud pública y delitos violentos, formarían parte de los dos grupos rivales enfrentados. Cuatro de los detenidos formarían parte de uno de los grupos, mientras que los otros dos serían del grupo rival. También se produjo la detención de una séptima persona por una orden de detención emitida por el Juzgado de lo Penal 2 de Vilanova y la Geltrú, ajena a la investigación del tiroteo.
La hipótesis de los investigadores es que el tiroteo se enmarca en las disputas entre los dos grupos investigados, a pesar de que convivían en el distrito de Nou Barris, frecuentaban distintas zonas del mismo. El acceso, o incursiones, de alguno de los grupos a zonas controladas por el otro provocaron pequeños enfrentamientos que fueron escalando en intensidad. Tras el tiroteo, esta territorialidad se acentuó, y los Mossos pudieron comprobar cómo algunos de los autores del tiroteo del barrio se desplazaron a otras ubicaciones fuera del mismo. Las detenciones tuvieron que precipitarse dado que la tensión entre ambos grupos familiares se mantenía en aumento, hasta el punto de que era probable que se volviera a reproducir un enfrentamiento armado.
Con todos los indicios de participación en los hechos, y con los seis investigados ubicados, los investigadores establecieron un dispositivo de explotación de la investigación centrado en los cinco domicilios en Nou Barris (Barcelona) y en otro en Palau-solità i Plegamans.
En las seis entradas y pesquisas se intervinieron dos armas de fuego cortas con tres cargadores, un arma larga de aire comprimido, un arma corta simulada, un chaleco antibalas, munición de diferentes calibres, gran cantidad de puñales, machetes y espadas, un puño americano, un spray de defensa, una defensa extensible, un dispositivo conductor de energía (DCE), 26 tabletas de hachís con un peso total de 2 kilos, una bolsa con unos 400 gramos de marihuana, balanzas de precisión y 13.000 euros en efectivo.