Durante el verano de 2023, una pareja que llevaba algún tiempo residiendo en el municipio sevillano de Osuna apareció muerta en extrañas circunstancias, con claros signos de violencia. Los golpes, en el caso del varón, natural de Barcelona, y la asfixia en el caso de la mujer, de nacionalidad ucraniana, fueron las causas según las autopsias. En el registro de la vivienda, la Guardia Civil constató que los fallecidos se dedicaban al cultivo de marihuana. El operativo se produce casi al mismo tiempo que el esclarecimiento de otro asesinato por asuntos de drogas en Andalucía, en ese caso ocurrido en Granada.