La Policía Judicial de Guinea-Bissau ha incautado 2,63 toneladas de cocaína encontradas en una aeronave del aeropuerto internacional del país, después de que socios internacionales compartieran información sobre que la misma, que estaría volando al país desde Venezuela cargada de cocaína. La acción policial recuerda a anteriores eventos similares ocurridos en el país, entre ellos el caso bautizado como Air Cocaine por el que fue detenido el expolicía español Miguel Ángel Devesa, recientemente condenado en Costa de Marfil por continuar en el negocio del gran tráfico transnacional de drogas. Colombianos y mexicanos estaban, supuestamente, detrás de la llegada del narcovuelo oceánico.
Tras aterrizar en el aeropuerto internacional Osvaldo Vieira, la rápida intervención de las mencionadas autoridades guineanas dio como resultado la incautación de 78 fardos a lo largo de la cabina del pasajero de la aeronave, un avión privado. Además de los 2.633 kilos de cocaína incautados, las autoridades de Guinea pudieron detener a los cinco tripulantes, entre ellos dos mexicanos, un colombiano, un ecuatoriano y un brasileño, esto es, las principales nacionalidades que están detrás del gran tráfico de cocaína en Sudamérica en la actualidad.
Esta operación internacional a gran escala fue apoyada por el Centro de Análisis de Operaciones Marítimas sobre Narcotráfico (MAOC-N), y fue posible gracias a una amplia cooperación y el intercambio de información entre varios socios, incluyendo la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), la Polícia Judiciária y la Fuerza Aérea Colombiana. Esta investigación también ha sido asistida por Interpol y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), quienes han estado desempeñando un importante papel en la identificación y lucha contra las redes criminales responsables del flujo de aviones cargados con cocaína, que vuelan desde América del Sur hacia África Occidental.
África Occidental ha sido un punto de tránsito conocido en el tráfico mundial de drogas, con narcóticos que se están transportando de contrabando a través de la región. El MAOC-N con sede en Lisboa y sus países socios continúan sus esfuerzos para combatir el flujo de estos narcóticos por mar y aire, que a menudo están destinados a Europa.
El MAOC-N extiende su gratitud a la Policía Judicial de Guinea Bissau por este tremendo esfuerzo y sus constantes empeños en hacer frente al contrabando transatlántico de drogas en esta problemática área.