Una red criminal dirigida por una persona con antecedentes por delitos similares fue descubierta por el Cuerpo Nacional de Policía en El Ejido (Almería), responsable de grandes envíos de sustancia estupefaciente, en concreto, hachís, hacia otros países de Europa, empleando como disfraz camiones con grandes cantidades de frutas y verduras.
El modus operandi era sencillo. Los narcos trasladaban las hortalizas a una parcela controlada por ellos dentro de los camiones y, allí, colocaban los paquetes de hachís perfectamente camuflados. En un momento dado y tras tiempo de seguimientos, la Policía Nacional decidió entrar en la parcela tras comprobar que había accedido un tráiler con pimientos, entre otras verduras. En el registro se localizó lo que se preveía: un alijo, en este caso de 182 kilos de hachís.
El conductor fue detenido e ingresó en prisión provisional, si bien dos semanas más tarde salió en libertad. Posteriormente cayó el cerebro de la operación, que se halla recluido en un centro penitenciario.