En 2021, autoridades policiales francesas, primero, y un equipo conjunto entre Francia y Holanda, después, consiguieron desencriptar las tres grandes plataformas secretas que empleaban las redes del crimen organizado alrededor del mundo para comunicarse. EncroChat, SKY-ECC y Anom permitían a los narcos manejar sus grandes operaciones sin ser detectados hasta aquel momento. Tres años después, Reino Unido ha detenido a más de 3.000 personas mediante los datos recopilados tras la desencriptación, y otros muchos países tienen procedimientos en marcha de gran calado, con capos de la droga contra las cuerdas, como ocurre en España con las operaciones Faukas, Medellín o Halia, por poner algunos ejemplos. Tres años más tarde, los delincuentes ya manejaban nuevas sistemas, pero la policía avanza rápido. Uno de ellos ya llevaba bajo el radar desde al menos 2022. Su nombre era Ghost. La Policía Federal de Australia, pilar básico en la acción investigativa, bautizó el trabajo como operación Kraken.
La directora ejecutiva de Europol, Catherine De Bolle, afirmó: “Hoy hemos dejado claro que, por muy ocultas que se crean las redes criminales, no pueden eludir nuestro esfuerzo colectivo. Las fuerzas de seguridad de nueve países, junto con Europol, han desmantelado una herramienta que era un salvavidas para la delincuencia organizada grave. Esta operación es la esencia de Europol: convertir la colaboración en resultados concretos reuniendo a las personas, las herramientas y la experiencia adecuadas para abordar todos los aspectos de esta compleja operación. El trabajo realizado forma parte de nuestro compromiso permanente de luchar contra la delincuencia organizada dondequiera que opere. Quiero expresar mi gratitud a todos nuestros socios globales que desempeñaron un papel vital para que esta operación fuera un éxito”.
Ghost había ganado popularidad entre las organizaciones criminales debido a sus funciones de seguridad avanzadas. Los usuarios podían comprar la herramienta sin declarar ninguna información personal. La solución utilizaba tres estándares de cifrado y ofrecía la opción de enviar un mensaje seguido de un código específico que provocaría la autodestrucción de todos los mensajes en el teléfono objetivo. Esto permitía a las redes criminales comunicarse de forma segura, evadir la detección, contrarrestar las medidas forenses y coordinar sus operaciones ilegales a través de las fronteras.
En todo el mundo, varios miles de personas utilizan la herramienta, que cuenta con su propia infraestructura y aplicaciones y con una red de revendedores con sede en varios países. A escala mundial, se intercambian alrededor de mil mensajes por día a través de Ghost.
Si bien los servidores se encontraron en Francia e Islandia, los propietarios de las empresas se encontraban en Australia y los activos financieros en Estados Unidos, por lo que se inició una operación global contra el servicio telefónico. El operativo se ha llevado a cabo mediante una serie de redadas coordinadas e intervenciones técnicas. Durante la investigación se ha detenido a 51 sospechosos: 38 en Australia, 11 en Irlanda, uno en Canadá y uno en Italia, pertenecientes al grupo mafioso italiano Sacra Corona Unita. Se esperan más arrestos a medida que avance la investigación. Además, se evitaron numerosas amenazas a la vida y se desmanteló un laboratorio de drogas en Australia, junto con armas, drogas y más de un millón de euros en efectivo incautados hasta el momento en todo el mundo.
Para facilitar las investigaciones sobre las actividades ilegales facilitadas por esta plataforma de comunicación, en marzo de 2022 se creó en Europol un Grupo de Trabajo Operativo (OTF) en el que participan autoridades policiales de Australia, Canadá, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Suecia y Estados Unidos. Este grupo de trabajo ha sido fundamental en el mapeo de la infraestructura técnica global y logró identificar a los principales proveedores y usuarios de la plataforma, monitorear su uso delictivo y ejecutar el esfuerzo coordinado para cerrarla, todo bajo la supervisión judicial de los países del Equipo Conjunto de Investigación (ECI).
A lo largo de la investigación, Europol envió expertos a Islandia, Irlanda y Australia. Debido a la complejidad de esta investigación basada en datos, participaron varios equipos de Europol con habilidades técnicas especializadas, incluidas las relacionadas con la ciberseguridad.
El panorama de las comunicaciones cifradas se ha fragmentado cada vez más como resultado de las recientes acciones de las fuerzas de seguridad contra las plataformas utilizadas por redes delictivas. A raíz de estas operaciones, numerosos servicios cifrados que antes eran populares se han cerrado o interrumpido, lo que ha provocado una fragmentación del mercado. En respuesta, los actores criminales están recurriendo a una variedad de herramientas de comunicación menos conocidas o diseñadas a medida que ofrecen distintos grados de seguridad y anonimato. Al hacerlo, buscan nuevas soluciones técnicas y también utilizan aplicaciones de comunicación populares para diversificar sus métodos. Esta estrategia ayuda a estos actores a evitar exponer todas sus operaciones y redes criminales en una sola plataforma, mitigando así el riesgo de interceptación.
Europol y sus socios siguen dando prioridad a la lucha contra las tecnologías de comunicación cifradas utilizadas por los delincuentes, al tiempo que abogan por un enfoque equilibrado que respete los derechos de privacidad y defienda los estándares legales. Las empresas privadas que deseen garantizar que sus servicios se utilicen de conformidad con la ley también tienen un papel importante que desempeñar. Deben asegurarse de que sus plataformas no sean refugios seguros para los delincuentes y deben proporcionar mecanismos para el acceso legal a los datos bajo supervisión judicial y en pleno respeto de los derechos fundamentales.
Las fuerzas del orden necesitan tener acceso a las comunicaciones entre sospechosos para combatir delitos graves. Esto puede coexistir con la protección de la privacidad, al tiempo que se garantiza la ciberseguridad y se aplican sólidas salvaguardias y supervisión jurídicas.
