Aduanas aborda un pesquero con unos 500 kilos de cocaína al Oeste de Canarias

Un barco de pequeño tamaño se aventuró a cruzar el Atlántico para entregar el alijo / Los seis tripulantes han sido detenidos y ya están en Tenerife bajo custodia / La sustancia estupefaciente estaba oculta entre los aparejos
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Efectivos del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en una operación conjunta con sus homólogos de la Douane de Francia, abordaron y apresaron un barco pesquero de pequeño tamaño que se aventuró a cruzar el Atlántico en dirección a Europa con un alijo de media tonelada de cocaína.

El trabajo policial, enmarcado en la operación Pascal-Lino (en alusión al histórico jefe del SVA en Galicia Lino Alonso, fallecido de forma prematura) que enlaza las aduanas de ambos países, tuvo lugar en altamar, al Oeste de las Islas Canarias. El buque oceánico Petrel trasladó el barco, la droga y los detenidos al puerto de Santa Cruz de Tenerife, al que llegó en la mañana de este jueves. Seis personas viajaban en el pesquero, todas ellas de nacionalidad brasileña y acusadas de tráfico internacional de drogas.

La intervención comenzó cuando medios aéreos participantes en la operación lograron identificar una embarcación de pesca cuyas características y comportamiento la hacían altamente sospechosa, al navegar con rumbos erráticos y sin que existiese en un rango muy amplio ninguna otra embarcación de pesca. Fue entonces, en la mañana del pasado lunes, cuando los medios navales se dirigieron hacia la posición de esta embarcación, a más de 300 millas al noroeste de Canarias, para verificar la identidad de la embarcación y las circunstancias sobre su actividad y ubicación en la zona.

A bordo del pesquero se encontraban seis individuos, todos de nacionalidad brasileña, que decían estar faenando en la zona. Sin embargo, el comportamiento de la tripulación, el estado de desuso de los aparejos de pesca y las graves deficiencias de seguridad y de documentación encontradas reforzaron las sospechas iniciales de los agentes, que detectaron entre una gran cantidad de redes y aparejos varios sacos que, con la ayuda de un equipo de inspección radiológica portátil del Petrel, resultaron finalmente ser fardos de los que habitualmente se utilizan para el transporte de sustancias estupefacientes.

A falta del pesaje oficial y en vista de los fardos que pudieron ser intervenidos, se calcula que el alijo asciende a unos 500 kilos que iban a ser entregados a una lancha rápida cuando la embarcación se aproximase a costas europeas o africanas. Todo ello fue desbaratado por a acción de las autoridades. El barco, de nombre Aguia Dourada, procedía una vez más de costas brasileñas.

La embarcación, ya en puerto / Narcodiario
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