Autoridades británicas detuvieron a dos hombres que escondían 350 kilos de cocaína en el casco de una lancha rápida tipo zodiac y que trataron de escapar del arresto nadando a finales de junio en una operación adelantada por Narcodiario. Uno y otro ya han sido condenados después de una investigación de la Agencia Nacional del Crimen (NCA, por sus siglas en inglés), gracias a la agilidad de la Justicia del Reino Unido. Se trata de una práctica muy recurrente en lugares más al Sur, especialmente en Galicia (España), pero que últimamente se está detectando en el entorno de las Islas Británicas.
Los dos hombres fueron vistos a bordo cuando un patrullero de la Fuerza Fronteriza se acercaba y no se detenía, en hechos que se produjeron el 24 de junio. En un momento dado, Gumrukguoglu saltó del barco y nadó hacia la playa, mientras Knowles reiniciaba los motores e intentaba huir.
Después de una breve persecución, el barco encalló en la playa y los oficiales actuaron para arrestar a Knowles, después de que él también saltara por la borda en un intento de escapar. Oficiales de la policía de Norfolk y Suffolk persiguieron a Gumrukguoglu después de que huyese de la playa y lo arrestaron más tarde ese día en Wrentham, Norfolk.
El barco fue remolcado a un puerto en Lowestoft, donde fue registrado por oficiales de la NCA, quienes encontraron el cargamento de drogas, con un valor estimado de 39 millones de libras esterloinas, escondido debajo de una lona. Los investigadores creen que Knowles y Gumrukguoglu viajaron hacia aguas francesas para recoger las drogas de un barco más grande, antes de llevarlas de regreso al Reino Unido.
Ambos hombres fueron entrevistados y no hicieron ningún comentario, pero posteriormente fueron acusados de importar una droga controlada. Se declararon culpables del delito en el Tribunal de la Corona de Ipswich este martes, 20 de agosto.
La comandante de la rama de la NCA, Lydia Bloomfield, dijo: “Knowles y Gumrukguoglu sabían que iban a perder una gran cantidad de drogas cuando fueron interceptados en el mar por nuestros colegas de la Fuerza Fronteriza. Ambos trabajaban para un grupo de crimen organizado más amplio, que ahora sentirá los efectos de una pérdida de esta cantidad. Gracias al trabajo de nuestros socios de la Fuerza Fronteriza y del Centro Conjunto de Seguridad Marítima, una cantidad muy significativa de drogas de clase A han sido retiradas del mercado criminal, donde habrían alimentado aún más la criminalidad y la explotación. La NCA seguirá trabajando con sus socios para proteger al público del crimen grave y organizado”.