Black Axe es uno de los sindicatos del crimen organizado transnacional más importantes de África occidental, con operaciones de fraude cibernético, tráfico de personas, tráfico de drogas y delitos violentos tanto en África como a nivel mundial. En Argentina, la Operación Chacal III de Interpol permitió desmantelar la citada red criminal transnacional liderada desde Nigeria tras cinco años de investigación. La Policía Federal confiscó 1,2 millones de dólares en “superbilletes” (billetes falsos de alta calidad), detuvo a 72 sospechosos y congeló aproximadamente 100 cuentas bancarias.
La red utilizaba mulas económicas para abrir cuentas bancarias en todo el mundo y ahora está siendo investigada en más de 40 países por actividades relacionadas con el lavado de dinero. Entre los sospechosos hay ciudadanos de Argentina, Colombia, Nigeria y Venezuela. Más de 160 víctimas de fraude sufrieron pérdidas financieras significativas, y algunas se vieron obligadas a vender sus casas o a solicitar grandes préstamos como resultado.
Diego Verdún, titular de la Oficina Central Nacional de Argentina, afirmó: “La Operación Chacal es un paso crucial en la lucha contra el fraude financiero en línea en África Occidental y demuestra claramente que los ciberdelincuentes no pueden escapar a la atenta mirada de los 196 países miembros de Interpol, especialmente en Argentina. Al seguir la pista del dinero ilegal en todo el mundo, Interpol y la comunidad policial mundial garantizan que, sin importar dónde intenten esconderse estos delincuentes, serán perseguidos sin descanso y llevados ante la justicia”.
En un caso separado en Suiza, la policía tomó medidas enérgicas contra las organizaciones del crimen organizado de África occidental que operaban en todo el país, confiscando cocaína, aproximadamente 45.000 euros en efectivo y arrestando a varios sospechosos. Interpol apoyó la operación proporcionando acceso en tiempo real a sus bases de datos, facilitando la identificación de los delincuentes y sus actividades.
La policía criminal portuguesa, por su parte, desmanteló una red nigeriana dedicada al reclutamiento de mulas de dinero, blanqueando fondos de víctimas de fraude financiero online en toda Europa. En el proceso se identificaron más de 25 miembros de la organización. Los datos de las computadoras y teléfonos confiscados revelaron grandes transferencias a cuentas bancarias nigerianas, transacciones de criptomonedas y sofisticadas operaciones de lavado de dinero.
La sede de Interpol ayudó a los países facilitando el intercambio de inteligencia y la identificación y detención de sospechosos. La Operación Chacal III movilizó fuerzas policiales, unidades de inteligencia financiera, oficinas de recuperación de activos y socios del sector privado en Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Costa de Marfil, Francia, Alemania, Indonesia, Irlanda, Italia, Japón, Malasia, Países Bajos, Nigeria, Portugal, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos.