Tareas de inteligencia en las que se coordinaron distintas autoridades paraguayas al amparo de la Fiscalía y con la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), derivaron en la detección de un carga sospechosa en una de las terminales portuarias del país sudamericano. El siguiente paso consistió en dar aviso al fiscal, que validó la apertura de un contenedor que declaraba Amberes, Bélgica como destino. Dicha tarea confirmó que en su interior, dentro de sacos de azúcar, se localizaban 4.013 kilos de cocaína. Paraguay es un punto muy caliente en cuanto a la salida de la droga colombiana hacia Europa por su cercanía con la hidrovía del Paraná, pero también por la implicación de grandes capos en su territorio. Algunos de los mayores alijos de todos los tiempos partieron de ese país.
Sobre el sistema de ocultamiento, destaca el hecho de que en cada saco de azúcar que pesaba 40 kilos, 25 de ellos eran de cocaína, según el balance preliminar. En la mañana de este miércoles se encuentran en revisión otros tres contenedores vinculados al esquema indagado, a fin de descartar u obtener mayores certezas sobre otras cargas contaminadas con cocaína.
Si bien la tarea, según detalla la Senad, que todavía se encuentra inconclusa en términos de examinación, ya se erige como la mayor incautación de cocaína en la lucha contra el narcotráfico en nuestro país. En cuanto al perjuicio financiero a los criminales, se estima que el mismo rondaría los 240 millones de dólares en el mercado europeo.