Agentes de la Policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal, conjuntamente con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han desmantelado una organización criminal internacional especializada en tráfico de cocaína que se importaba desde Medellín (Colombia) hasta Barcelona (España). La investigación tutelada por el Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona ha supuesto la detención de 40 personas, entre ellas los principales líderes del entramado criminal y la intervención de más de 100 kilogramos de cocaína. De toda la droga intervenida, destaca el último comiso que se intervino en Colombia el pasado 8 de julio con la colaboración de la Fiscalía Especializada Contra el Narcotráfico y la Policía de Antinarcóticos de Colombia. Ese día se interceptó cerca de Medellín un cargamento de 40 kilos de cocaína que debía ser transportado hasta Barcelona para ser distribuida por los narcotraficantes en los distintos puntos de venta que la organización controlaba en la ciudad.
Esta investigación llevada a cabo por el Área Central de Crimen Organizado de la DIC y el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria confluyó con otra que la DIC Barcelona inició en julio de 2022 sobre diferentes puntos de venta situados en el barrio de la Barceloneta. Las personas que los controlaban y dirigían se proveían de cocaína de distintos suministradores, y también habían invertido en una futura importación, desde Sudamérica, de esta droga para abastecer sus puntos de distribución. La particularidad de estas dos investigaciones, en su fase primigenia, fue que se llegó a identificar por vías distintas a la persona responsable de planificar, gestionar y ejecutar la importación, conocido como ‘El Barbes’.
Así, a raíz de las primeras gestiones efectuadas sobre la importación internacional descubierta en Sabadell, también se detectaron otros tres envíos similares de mermelada procedentes de Colombia, efectuados por los propios investigados, y por los que se habían utilizado diferentes empresas con el objetivo de enmascarar la identidad real de las personas que estaban detrás. El análisis de estos envíos permitió descubrir que la importación más antigua databa del año 2019 de un solo bidón, posteriormente en el 2020 con dos, en el 2021 con tres, y finalmente el cuarto descubrimiento en Sabadell de cuatro bidones.
En 2023 intentaron hacerlo nuevamente, pero en este caso la detención en abril de ese año en Barcelona de uno de los gestores de las importaciones cuando estaba realizando una transacción de cocaína comportó que el entramado delictivo detuviera la nueva remesa de droga. Meses después empezaron de cero, ahora con nuevas empresas en origen y destino, en este caso en Colombia y en Portugal.
Nuevamente surgieron complicaciones en el mes de febrero de este año, cuando ya tenían bidones a punto de ser embarcados hacia Europa, y al creer que no superarían los controles aduaneros en Sudamérica los investigados decidieron renunciar al envío y retiraron el hasta una bodega de Sabaneta (Medellín). Los exportadores recuperaron una parte, y el resto quedó en ese punto hasta el pasado 8 de julio de este año.
Ese día, en el marco de la investigación, y con colaboración de la Policía Nacional y sus enlaces en Colombia, la Policía Antinarcóticos de este país, dando cumplimiento a las directrices de su Fiscalía ya la Comisión Rogatoria Internacional enviada desde del Juzgado de Instrucción número 24 de Barcelona, procedió a la apertura de estos bidones. En su interior localizaron 40 kilos de cocaína, 10 en cada bidón.
La parte de la investigación que se inició en Barcelona se dirigía sobre una organización criminal formada principalmente por un clan familiar local que tenía y controlaba varios pisos como puntos de venta, principalmente en el barrio de la Barceloneta pero también en otros distritos como Horta-Guinardó. Los líderes del entramado eran dos hermanos, un hombre y una mujer, y sus respectivas parejas, que mantenían contacto con Colombia. Entre los demás componentes estaban exparejas, hermanos e hijos.
Además, la organización tenía una serie de trabajadores, cuya labor era la de vender droga a domicilio, lo que en la jerga se conocen como riders. Éstos reciben el encargo directamente del comprador o por órdenes de los jefes de la organización, y se desplazan al punto acordado para entregar la droga.
En el marco de la investigación, en octubre del 2022, se llevó a cabo una actuación policial donde uno de los jefes de la organización, junto con su pareja, fueron detectados mientras estaban realizando un transporte de cocaína. Diferentes dotaciones policiales uniformadas trataron de detenerlos, protagonizando una fuga por las calles de Barcelona y tirando paquetes de droga por las ventanas del vehículo. Acabaron siendo detenidos y se intervinieron 47 kilos de cocaína. El hombre detenido, que era uno de los jefes de la organización, se encuentra actualmente en un centro penitenciario, mientras que su pareja que en ese momento era menor de edad, quedó en libertad.
Las gestiones de investigación permitieron descubrir que los principales investigados no sólo se dedicaban a conseguir sustancias estupefacientes para su distribución y venta final. También cometían robos con fuerza en joyerías y narcoasaltos, es decir, robos violentos a otros traficantes haciéndose pasar por policías y llevándose su mercancía.
El encargado principal de gestionar y diversificar la actividad delincuencial era uno de los jefes de la organización, quien en julio del año pasado fue detenido, junto con su pareja también responsable de la organización, cuando transportaba 10 kilos, aproximadamente, de cocaína en uno de los domicilios que disponían en Riells y Viabrea y que utilizaban como escondite. Este domicilio servía para depositar las grandes remesas de droga y desde ahí lo iban extrayendo para aprovisionar los distintos puntos de venta. Por este hecho fue condenado a más de seis años de cárcel que ya está cumpliendo.
Durante la investigación se fueron localizando los distintos puntos de venta que gestionaba el entramado criminal, así como las identidades de las personas que se encargaban de la venta final. Pero, a la vez, se pudieron ir identificando a los suministradores de la droga de la propia organización y en este punto identificaron a dos personas que tenían contacto directo con una fuente en Colombia.
El pasado miércoles 3 de julio, en coordinación con el Juzgado y la Fiscalía, y con un despliegue de más de 250 efectivos policiales, se realizó un dispositivo para practicar 20 entradas y registros en Barcelona, Riells y Viabrea, Vacarisses y Salamanca, y a la vez detener a los implicados en la trama.
Como resultado del operativo policial se detuvieron a 38 personas y se intervinieron distintas sustancias estupefacientes muy fragmentadas y en disposición de ser suministradas desde los puntos de venta desmantelados, así como de otros fragmentos en roca.
La droga intervenida fue cocaína (unos cuatro kilogramos en peso bruto), marihuana (unos 9 kilos en bruto), hachís (tre kilos), ketamina (178,7 gramos), metanfetamina (128 gramos), cristal (174 gramos) y heroína (9 gramos). Precisamente para el tratamiento, adulteración y preparación de la cocaína se ha localizado, en uno de los inmuebles registrados, un pequeño escondite con productos químicos y útiles para el corte y manufacturación de dicha droga.
También se intervinieron 161.900 euros en efectivo recogidos entre todos los registros, 1 lingote de oro de 20 gramos puros, 6 armas de fuego (3 pistolas, un revólver y dos escopetas) así como abundante munición, y se retiraron 5 vehículos y 2 motocicletas de los investigados. Además se localizó documentación informática relativa a las importaciones de cocaína realizadas por el entramado desarticulado.
Los investigadores del Área Central de Delitos Económicos de la DIC identificaron numerosas operaciones patrimoniales realizadas por los investigados, principalmente adquisiciones de inmuebles y vehículos a lo largo de los últimos seis años. Fruto de esta investigación centrada en el blanqueo de capitales provenientes de un delito contra la salud pública, se detuvieron a dos de los principales investigados y familiares ya otras 5 personas por su participación en diversas operaciones de blanqueo de capitales.
El importe total de las operaciones de blanqueo de capitales superan los 1,3 millones de euros, en las que se ha identificado un importante volumen de dinero en efectivo utilizado para formalizar operaciones de compra venta de bienes muebles e inmuebles. En el transcurso del dispositivo, los investigadores ejecutaron medidas de carácter económico y patrimonial sobre algunos de los investigados. La investigación económica permitió el bloqueo y adopción de medidas cautelares sobre 20 inmuebles, 36 cuentas bancarias y 16 vehículos.