El Parque Nacional Paso Bravo, en Concepción, se había convertido en un escenario perfecto para que las grandes organizaciones criminales que operan en el entorno de la hidrovía que componen los ríos Paraná y su afluente, el Paraguay, entre otros, y que se encuentran en plena ruta internacional de la cocaína desde Bolivia hasta las salidas al mar para su venta.
La información de Inteligencia recopilada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en colaboración con otros organismos permitió localizar una pista de aterrizaje y alcanzar de forma flagrante a dos avionetas y a las personas que pretendían continuar con el transporte de la cocaína que finalmente pudo ser incautada.
Se desconoce si toda la sustancia iba a ser descargada en ese punto o si los narcos solo iban a ser abastecidos de combustible, pues se incautaron garrafas llenas. Sin embargo, al menos parte de ella ya se encontraba en el interior de una pick-up que fue abandonada por los sospechosos en las embarcaciones.
De hecho, la llegada de los agentes se tradujo en el inicio de un tiroteo entre unos y otros que se saldó con un agente herido de bala en un brazo que tuvo que ser inmediatamente trasladado, fuera de peligro, y con los traficantes, tanto los que llegaban desde tierra como los pilotos de los narcovuelos, ambos procedentes de Bolivia, huyendo monte a través.
Precisamente en las últimas horas Narcodiario anunciaba en exclusiva la creación de una nueva unidad antidroga especializada en la región compuesta por agencias internacionales, Ges-Atlántico Sur, impulsada por el proyecto Seacop de la Unión Europea con el apoyo de la Policía Nacional de España y la DEA.